Necesitaríamos Que Nos Echaras Una Mano...

Después de la comida dominical y de ver como España machacaba a Panamá en el mundial de baloncesto que estos días se celebra en Japón, me disponía a reposar en el sillón a ver si se daba bien la siesta. Estaba soñando con... (bueno, el nombre es lo de menos ; estaba soñando) cuando de pronto escuché que tocaban al timbre y me desperté sobresaltado. En un primer momento pensé que era una "timbro-sicofonía" pero nada más lejos de la realidad pues 5 segundos más tarde vi aparecer por la puerta a mi hermana y mi cuñado, tan reales como la vida misma.
Me hace gracia en estos casos lo que se suele decir cuando te han despertado de repente, asi que Pin y Pon no iban a ser menos y comentaron : "Ahh estás dormido?", a lo cual, con mi habitual buen humor cuando me despiertan sobresaltado contesté : "Ya no".
El caso es que los dos pavos venían porque se andan mudando de piso y están trasladando todas sus cosas a la capital del Reino y esta vez le tocaba a una cama nido que mi hermana tenía en su ex-habitación ("la casa de las muñecas"). Curioso tema el de las mudanzas, pues por regla general todos hemos tenido experiencia con alguna ; la mía es muy muy muy reciente... y aún me estoy recuperando.
Se suele ver venir de lejos, sabes que se van a mudar y sabes que te van a pedir que "pringues" pero no sabes cuando. Y tu, te haces ilusiones porque piensas : no me van a pillar desprevenido, ni de coña voy a pringar en la mudanza. Pero no, llega un dia en que estas tan tranquilo leyendo un libro cuando se cierne sobre ti la famosa frase : "necesitaríamos que nos echaras una mano..." y ya estás perdido, te han pillado con las defensas bajas y los pantalones bajados. Ya no sabes qué excusa poner y como no te salen las palabras articulas un "vale" que no convence absolutamente a nadie.
Pero da igual, aunque saben que no te apetece cargar y descargar muebles, cajas y diversos artefactos, lo has prometido ; y suelen engañarte con frases como "tranquilo, si casi no hay nada". Y parece que eso te reconforta porque si casi no hay nada, la tortura será menor. Y cuando comienzas la tarea efectivamente compruebas que casi no hay nada... CASI NO HAY NADA EMPAQUETADO, TRASLADADO O COLOCADO, asi que te vas a tirar media semana cargando muebles y cajas porque eres así de buena persona y amable. La experiencia es traumática, cansada y sobre todo, te hace ver que por mucho que te autoconvenzas de que no vas a pringar... pringas!

Ya los sabeis, si algun familiar o amigo va a hacer mudanza, huir de ellos con la excusa que mejor tengais a mano : que habeis quedado, que os debeis poner en cuarentena debido a la ingesta de una tortilla de hierbas pakistaní en mal estado... lo que cuadre. Pero no os dejeis engañar. Al fin y al cabo, quien tiene un amigo tiene un tesoro pero quien tiene un amigo que ayude en una mudanza... tiene un esclavo.