Premios 20Blogs

10.8.06

Historia De Una Ventana

Como ya me he hecho un moderno por el simple hecho de tener un blog donde escribir mis delirios, me veo en la obligación de escribir y actualizarlo y de contar historias para quien las quiera leer, disfrutar o simplemente pagarme un psicoanalista, aunque sigo manteniendo que el mejor psicoanalista es un barman. Y como llevo cierto retraso en mis desvaríos, no tengo mas remedio que trasladarme en el tiempo, concretamente al viernes pasado.
Ese viernes prometía: en principio había quedado con el Troncho (no utilizo su identidad por miedo a, primero, la denuncia que me pueda interponer por vulnerar su intimidad y, lo segundo, porque le llamo troncho desde el principio de los tiempos) para cenar tranquilamente en casa (su casa) y después ir al karaoke (no como esos hombres pasados ya de años que van a carroñear algo que llevarse a la boca -o a la entrepierna, en su defecto o efecto-, sino para pasarnos unas risas cantando y oyendo cantar). Estabamos ya preparando los alimentos que iban a sustentar la ingesta de líquidos posteriores (las copas de después, vamos) cuando de repente notamos que la ventana de su estudio (para mi no es un estudio; no llega ni a repaso de última hora) nos hablaba, se dirigía a nosotros con una frase rotunda y contundente : "¿Hay algún bar de putas por aquí?". Sorprendidos, nos miramos y comprobamos que, en efecto, no teniamos ni una gota de alcohol encima que nos hicera escuchar visiones (?). Rapidamente nos dimos cuenta que no era la ventana del "repaso", sino que habia un sorprendente... ente que desde la calle nos preguntaba sobre si podía mojar el churro previo pago.
En realidad él no nos veía a nosotros (si nos hubiera visto, hubiera caido en la cuenta que no tenemos ni pinta ni ánimos de puteros para que le pudieramos suministrar esa información) ni nostros a él, por lo que lo podríamos definir como un extraño ser de estatuta indeterminada, edad indeterminada y escrúpulos indeterminados para querer recibir (o es él el que dá?) esos servicios. Lógicamente le dijimos que nosotros no teníamos ni idea de que existieran bares, ni mucho menos de putas, asi que pensamos que con la contestación se marcharía pero el buen (y necesitado) hombre insistía en que si no era un bar de putas, al menos le dijeramos un piso de putas. Se nos ocurrieron en ese momento infinidad de direcciones para darle, pero pensamos que no es esa clase de "putas" a las que él se refería asi que nos disculpamos por nuestra ignorancia de la existencia del "pay per fuck" y el hombre se dirigió sin rumbo fijo buscando sabe Dios lo que (una puta, imaginamos).

Por eso, si Usted vive en una planta baja y le pregunta su ventana, que sepa que no es su ventana, que es él. No le acoja, no es del Equipo A; es simplemente un hombre que no ha sabido ser guiado. Si Usted puede guiarle, hágalo, y ponga sentido a su vida de necesidades primarias (las del putero, obviamente)

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