Con la sana intención de alternar un día de semi-juerga con un día de tranquilidad y debido a que el Troncho no podía levantar los brazos más de 10 centrímetros en alto sin sufrir dolores agudos y demás quejas, decidimos preparar algo de cenar y vernos alguna peli, como por ejemplo Pulp Fiction. Para ello, el que aqui desvaría se tiró más de 2 horas grabando la puta película porque el cd se atrancaba; pues bien, a esa peli no le dio la gana funcionar el el lector de mi amigo, con lo cual nos quedamos con las ganas de ver una de las mejores pelis de la historia.
Como no podemos estar una sola noche sin paranoias, esta no iba a ser menos y una de las veces que sacamos el cd de la película para reiniciar, nos dimos cuenta que una vez "ejectado" (qué gracia me hizo esa palabra que dijo el Troncho), el cd seguía girando a una velocidad considerable. Él tomo Aquarius, yo sólo cocacola, asi que supongo que pasó en realidad y no nos estamos volviendo locos y vemos lo que no pasa.
Como no pudimos ver Pulp Fiction, nos dedicamos a ver, mientras cenábamos unas deliciosas costillas que nos costó lo suyo que se hicieran porque más que costillas eran entrecot, otra genial película de ese fulano llamado Quentin Trarantino : Four Rooms. La peli estuvo... de puta madre!, con unos puntos graciosos geniales y muy en la línea de Tarantino, todo delirante. Después, y volviendo a intentar ver Pulp Fiction, nos dimos por vencidos con el puto lector (miiraaa que se lo dije, lee la puuuta peliiiculaaa) y nos vimos 3 capítulos de House, otro fulano que nos hace reirnos cada 2 o 3 segundos (yo de mayor quiero ser como él, pero sin bastón)
Y así llegó la hora de dormir, opción recomendable para algunos que parecían una aparición fantasmal, con los brazos abiertos y a media altura debido a las agujetas descomunales.
1 comentario:
Me encantó Pulp Fiction así que me dejaré guiar por vos y alquilaré Four Rooms (vaya una a saber qué título le han puesto aquí).
Has escrito un montón, más tarde te leo.
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