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26.8.06

Pinchar En Hueso

Ayer, mientras disfrutaba de una apacible siesta pues llegué tardíiiisimo a comer después de estar peleando con los miembros y miembras de la administración, me sobresaltó la llamada al móvil de uno de mis clientes. El "jodedor de sueños" quería que fuera rápidamente a la mutua con la que tiene afiliación puesto que uno de sus trabajadores se habia puesto malito y requería la asistencia sanitaria. El problema es que me comunicaba que el trabajador en cuestión había sido un mentiroso de campeonato pues le habia dicho que sabia hacer el trabajo para el cual había sido contratado pero nada más lejos de la realidad porque no sabía ni por donde le venían al chaval y que, por lo tanto, ayer era el último día que trabajaba pues no superaba su período de prueba.
Que curioso que a las pocas horas de comunicarle que ya no se iba a contar con él se nos ponía malito... pooobreciiitooo!!!. Como uno ya es "perro viejo" en estos asuntos y ve venir que el trabajador que va a ser despedido quiere que le den la baja para que así no pueda ser despedido (eso es muy muy relativo...) le dije a mi cliente-despertador que no se preocupara, que yo iba para allá y que por nada del mundo le darían la baja, que a mi me durmieron con todos los cuentos del mundo y ya me los sé todos.
Cuando llego a la clínica allí no hay nadie, parece que están todos en consulta. Me siento y mientras estoy ojeando un "Diez Minutos" que había por allí perdido, sale una hermosa enfermera de una de las estancias y me dice que el cuenti-currinchi está bien, sólo que tiene una pequeña dorsalgia (vamos, que le duele la espaldita al pobre).
Amablemente le conté a la enfermera lo que pretendía el jeta y por lo tanto que no le dieran la baja, que si acaso para las dorsalgias le podían administrar algún calmante y poco más y si podía ser inyectado para que le hiciera efecto enseguida, pues mejor.
Antes de marcharme le pedí a la impresionante ATS (Alucinante Tía Suprema) que me lo mandara al despacho nada más que saliera de consulta para comunicarle que era un caradura y de paso darle el finiquito, que yo tenía mucha prisa y no podía esperar
No pasaron 20 minutos cuando lo veo entrar por la puerta, desencajado y medio cojeando. Le pregunté que qué le habian dicho y hecho, contestándome que tenia dorsalgia y que le habian pinchado en su orondo culo una inyección de Nolotil. Tuve que contener la emoción y la risa para que el muchacho no se sintiera ofendido pero se lo merecía por mentiroso y cuentista puesto que creo que el dolor no era tal y encima se llevó un buen pinchazo.

El trabajo es una cosa muy seria, no se puede mentir porque tarde o temprano te pillan y estás perjudicando a otra persona. Y si encima quieres aprovecharte poniendote malo para cobrar sin trabajar, es mucho peor. Te pasa lo que al "trabajador" de este post, que pinchas en hueso.

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