Premios 20Blogs

27.9.10

1.0

No es que se me haya acabado la inspiración, eso nunca, ni que ya no me apetezca escribir.

Mis críticos dirán que sufrí un arreón de ideas, un tumulto mental que me hacía escribir y que una vez pasado el subidón tanto el nivel de mis textos como la frecuencia disminuirían.

Pobres. No tienen ni idea. El subidón sigue subido a mis hombros y mis ideas siguen fluyendo a velocidad.
Quien lo desconozca, lo criticará.
Siempre habrá algún cojo que se burle de los que danzan...

La primera semana de Septiembre ha sido la única con cierto tiempo libre que he tenido como para dedicarle tiempo y calidad (aunque ésta siempre será discutible) a mis escritos del mundo 2.0
He estado ocupado en estas últimas fechas desde la última publicación en el mundo real, en ese al que prefiero sobre el resto de mundos virtuales que nos ofrece la hipermegaglobalización de la Red.

Lo prefiero por una razón de tacto, de sentidos, de sentimientos. Llevo muchos años, quizá demasiados, virtualizado en las pantallas y CPU's, manteniendo contactos con gente a la que rara vez veo y rara vez se preocupan por mí y yo por ellos.
Prefiero un abrazo a un zumbido de messenger, intento decir las cosas en persona y no dejándolo en un muro cotilla y me encanta demostrar con una sonrisa algo que me ha gustado que me digan o que digan de otras cosas y no con un click en red cuasi-ficticia.

Siempre prefiero desvirtualizar a las personas, conocerlas, saber cómo hablan, cómo piensan y qué pasa cuando las tienes enfrente, a pesar de que no siempre he podido y también gracias a que muchas veces no he querido.

Por eso, porque en el mundo 1.0 tengo el 99,99% de lo que necesito, es hora de ir desenganchando de la virtualidad de lo que no existe nada más que a través de unos cuantos bits y jerga incomprensible, salvo casos excepcionales de distancias trasatlánticas.

En esta sociedad que pensamos tecnológicamente avanzada puede que nos falle algo imprescindible para llegar hasta el lugar que ocupamos en la actualidad : el contacto humano real.

Espero que el mundo 2.0, el virtual, el de las redes sociales, el del messenger, no termine con el mundo 1.0, el de los besos y abrazos, el de las sonrisas y el de las miradas a los ojos.

Tranquilos, seguiré escribiendo en 2.0...
Para los que me quieren y para los que no...

8.9.10

Fuegos Reales

Cuando anoche, después de haber visto el inicio de las Ferias y Fiestas de Salamanca con un espectáculo de fuegos artificiales en la ribera del Río Tormes, con el imponente Puente Romano de testigo, recibes escritas las palabras más bonitas que te han dicho nunca, uno, que a veces se atreve a decir que escribe medianamente bien y que casi siempre utiliza palabras bonitas pero cursis, halagos merecidos pero envueltos en almibar y frases certeras pero tomadas prestadas casi todas, se queda sin saber qué decir ni cómo igualar esas letras directas al corazón y los sentimientos.

Cuando ha habido tanto ruido como para poner las nueces rancias, cuando ha habido "fus" que no llegaban a "fa", cuando se han vivido artificios que se convertían en petardazos, tener la posibilidad de vivir con luz y sonido cambia todo y te permite contemplar el fuego real que te envuelve... hasta dejarte sin palabras.

Y eso es difícil en mi...

5.9.10

Puro Teatro

No hacemos nada más que interpretar papeles. Desde que nacemos.
La vida no es más que una sucesión de secuencias cuyo guión vamos tejiendo poco a poco y que nunca sabemos con qué personajes cuenta, con su duración ni con los extras que aparecen y desaparecen contínuamente.

Además, es una representación bipolar pues alterna momentos de gran obra ya que se conjugan momentos de drama, con grandes escenas de comedia y algunas tragedias y por momentos es una nefasta representación donde no te devuelven el coste de la entrada al terminar y, además, nadie sale vivo de ella.

Muchas veces las secuencias se repiten una y otra vez, sin que ni los actores ni los directores hagan mucho de su parte para no tener que repetir y repetir y repetir, como aquel animal que tropieza varias veces con la misma piedra... y termina echándole la culpa a la piedra en vez de retirarla para tener un mejor camino.

Algunas obras tienen un metraje excesivamente largo y castigado, otras uno trágicamente corto y desenfocado y algunas ni tan siquiera tendrían que haberse estrenado por el bien del gran teatro humano.

En ciertos momentos de ese guión desconocido, de esa representación sub-realista, alguien dice "Corten!" y hay que comenzar de nuevo, teniendo varias oportunidades de volver a hacerlo mejor a la segunda, tercera o cuarta vez que te dan la oportunidad.
Pero siempre, antes o después, llega el momento de que tanto ensayo y error hay que demostrarlo y atreverse a salir a las tablas a hacer vibrar a la gente, a que se emocionen contigo, a que disfruten, a que amen esas sensaciones que les trasmites y a que nunca hayan sentido nada igual en la representación a la que han acudido, que vivan cosas nuevas y distintas a todo lo anterior.

La próxima semana, y con las mejores entradas que he podido conseguir, Salmona y yo iremos a una representación teatral en el maravilloso Liceo de Salamanca para comprobar que aunque hayamos actuado durante mucho tiempo con otras compañías, ahora estamos subidos al escenario juntos, con el guión bien aprendido y disfrutando de cosas que antes no hemos podido experimentar.

Y tan sólo acaban de gritar ¡Acción!...

2.9.10

Psicomagia

La verdad es que llevo unos días con un ritmo frenético.

Los clientes parece que hayan despertado de su letargo estival y, tras un período en el que me han permitido estar más relajado y cómodo, atacan de nuevo sin piedad como ansiosos de que alguien les apague los fuegos y les deshaga sus entuertos en materia empresarial.

No me quejo porque otros no tienen la suerte de tener trabajo y hoy menos que nunca me permitiría despotricar sobre lo ocupado que estoy cuando hay otras 60.000 personas que se encuentran ante el drama de no tener actividad.

Menos mal que gracias a la preparación y disfrute de las vacaciones en Tenerife cambié mi modo de enfocar las tareas de despacho. Lo que antes era un angustioso desfile de cosas por hacer y elección de las más importantes, ahora es una sucesión de tareas programadas, como muy tarde el día anterior, sabiendo y diferenciando que lo que es urgente para los demás no tiene por qué ser urgente para mí.

También ayudan ciertas lecturas que estoy realizando últimamente, a pesar de sacrificar otras menos profesionales o que no se dedican al análisis de lo que nos pasa por dentro, nuestras inquietudes, miedos, valores, esperanzas y metas.

Una de estas lecturas es el "Manual de Psicomagia" del maestro Alejandro Jodorowsky, al que ya he hecho mención alguna vez en este espacio.
No es un tratado de psiquiatría. Ni tampoco es una reflexión psicoanalítica sobre aspectos a tratar en materia de salud mental.
Puede que algunos lo llamen charlatanería. Otros dirán que es una auténtica locura, aberración con tintes escatológicos y machistas.
Para mi es mucho más sencillo. Aplica el sentido común a problemas comunes que a veces sumergimos en las profundidades de nuestro ser y que nos impiden ser nosotros mismos, desarrollarnos sanos y felices.
Para cada problema más o menos cotidiano o humano, ya que todos, absolutamente todos padecemos alguna tara en mayor o menor medida, recomienda una solución más o menos fácil de aplicar o más o menos surrealista o estrambótica, muchas veces simplemente figurada para que nuestros miedos, inseguridades y vergüenzas salgan a flote y nos permitan ser mejores personas.

Quién sabe si, aplicando muchas de las técnicas y remedios que nos recomienda el maestro Jodorowsky, no tendríamos una vida mucho más saludable de la que ahora tenemos. Tan solo aplicando el sentido común, tan solo no reprimiendo cosas, deseos o reacciones que nos hacen quedar lastrados.

Se lo recomiendo a todo aquel que quiera tener otro punto de vista sobre las cosas que frecuentemente le pasa a la raza humana, con remedios alejados de recetas tradicionales, infectadas por el mundo que nos toca vivir.

Por cierto, este libro fue un maravilloso regalo de alguien que, sin que haya pasado mucho tiempo, me conoce como si ya hubiera pasado toda una vida conmigo.

Y además, ella sí que me hace ser mejor persona cada día...

A pesar de como soy...