Fin De Mes

Cada año es peor.
También cada año es mejor, pero la mejoría también implica empeoramiento.

Cuanto más crezco, y esto ya tiene 4 años de edad largos, más se complica todo y el peor mes de todo el año - Enero, sin duda - se convierte en una rampa cada vez más dura de subir.

Así que, una vez terminado el mes de enero, tomo conciencia de que, aunque me pese, necesito delegar algunas de mis tareas, quizás no las más interesantes pero sí las que más tiempo me quitan o, como yo las suelo llamar : "los paseos".
Es hora de confiar en alguien más que en mi porque si no el cansancio cualquier día me dará un disgusto y quienes van a dejar de confiar son los que sustentan mi (maltrecha) economía.

Aunque ya cada vez maltrato menos mi cuerpo y casi nunca soy excesivo en mis excesos, reconozco que tampoco me cuido lo suficiente. Sobre todo cuido mal el tema del descanso, del sueño y de la relajación en general. Descanso mental, que a veces es más importante que el descanso físico.
Por eso, necesito el descanso, necesito relajarme y desconectar después de un mes en el que, año tras año uno comprueba que ha mejorado y que aun se puede aspirar a más.
Aspirar a más. A algo más que a ser un punto final si no logro relajarme y desconectar cuando debo.

Tengan buen fin de semana y relajense.

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Mi lobotomía,salgo a buscarla a la calle,
la llamo a gritos, la necesito, mi lobotomía.
Es amor, es necesidad,
es un vinculo hipotecario con el olvido la mía lobotomia.
La quiero como algunas mujeres quieren a sus tetas,
no te metas con mi lobotomía.
Es mi solución para tantas cosas que me quitan el sueño
porque quiero volver a ser dueño de mi alma
si no palma el alma y falta poco,
no soporto la nausea oxidada, no soporto nada.
Necesito el descanso, esa intervención,
!hoy es el día!
Me lo temía pero es peor mi lobotomía.
No es vida la mía, estoy pensando tanto y sintiendo demasiado,
qué sensibilisimo tarado!
Me lo temía, se arregla fácil. Con lobotomía.
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Inconformismo

Siempre he pensado que una de las cosas más importantes que hacen diferente y especial al ser humano, si no la más importante, es la capacidad de evolucionar. La capacidad de no quedarse parado, de adaptarse a las circunstancias y de mejorar, aparentemente, con el paso del tiempo.
Y además soy consciente que esta evolución tiene que darse dia a dia, que estos cambios han de producirse sin prisa pero sin pausa y por supuesto darnos cuenta que esto tiene que ser así.

No siempre he tenido la idea de que los cambios han de producirse día a día. La idea de que la evolución tiene que darse de golpe y no ser evolución sino revolución siempre estuvo presente en mi hasta que, afortunadamente, he encontrado acompañamientos vitales que me han puesto en la senda caminando antes que corriendo y, además, me han hecho entender que casi nunca tengo la razón. Un logro para cualquiera que me conozca.

Pero a pesar de que la evolución y el dinamismo es importante, tanto o más importante que evolucionar es el no olvidarse de los sueños, ilusiones, esperanzas y retos que a lo largo de las distintas etapas de nuestra vida nos han hecho sentirnos vivos.
Es lógico que uno no tenga los mismos sueños o las mismas aspiraciones cuando termina el colegio que cuando termina la universidad o cuando encuentra a las personas que han de compartir habitualmente el resto de su existencia.
Siempre hemos pensado que cuando tuvieramos cierta edad, la que ahora vivimos con mayor o menor grado de crudeza y cuando tuvieramos la cabeza semiamueblada, todo exterior y a cinco minutos del centro, habríamos cumplido alguno de nuestros sueños, viajado donde siempre quisimos viajar o experimentado cosas que siempre quisimos sentir.
Rara vez se cumple pero otras veces si. Aun así mi pensamiento a día de hoy es que lo importante no es si se ha cumplido o no, sino mantener la esperanza de que si aún nos quedan sueños por cumplir deberíamos ir a por ellos.

En estos tiempos en los que nada se pierde, sino que todo se descarga, es importante que no perdamos la ilusión por las cosas aun no conquistadas.
No dejen sus sueños apartados por la vida que lleven, no renuncien a que dentro de unos años sigamos echando la vista atrás y que por puro conformismo no hayan hecho cosas que siempre han estado en ustedes.
Después de un fin de semana reflexivo sobre el tema de los sueños aparcados y pendientes de realizar, no puedo recomendar otra cosa: sean inconformistas. Hagan realidad sus sueños.

Verán como sienten que están vivos...

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Y es que no hay nada más triste
que recordar los sueños del pasado
para comprobar que poco se cumplió
de lo que habíamos soñado.
Y es que no hay nada más triste
que recordar los sueños del pasado...
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Nostalgias

Hace un rato estuve curioseando, recordando y riéndome con alguno de los post que acostumbraba a escribir por aqui.

Tristes, alegres, inventados, ocurrentes, imaginativos, reales pero amplificados por la literatura, amables, de amor, de odio, de resignación, de esperanza,...

Me gustaría saber en qué momento me entró la pereza para perder 15 minutos en mi vida y plasmar sobre el papel electrónico lo que se me pasara por la cabeza o modificar con alguna dosis de buen, mal o regular humor la normalidad vital.

Supongo que la inspiración te tiene que llegar con ganas de meter tu clave, inventar un título y unir palabras que cumplen la misma función siempre, que no es más que autosatisfacer algo para lo que no tienes talento. Tan solo por verlo plasmado.

Y me entró la nostalgia, la de esos momentos en que sí se me ocurría como distorsionar lo común y normal en algo que a ustedes les gustaba leer.

Podré volver a hacerlo?


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Nostalgias de escuchar su risa loca
y sentir junto mi boca como un fuego
su respiración.
Angustia de sentirme abandonado
y pensar que otro a su lado pronto pronto
le hablará de amor.
Hermano, yo no quiero rebajarme,
ni pedirle ni rogarle ni decirle
que no puedo más vivir.
Desde mi triste soledad veré caer
las rosas muertas de mi juventud...
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