Premios 20Blogs

13.12.09

Promesas Incumplidas

Había prometido escribir en el fin de semana pero no sé si al final saldrá algo.
Estoy aquí escribiendo en voz alta a ver si se me ocurren cosas para contar pero realmente mi vida no tiene demasiados sobresaltos o novedades dignos de ser inmortalizados.
Todos los días es más o menos lo mismo : levantarme pronto, a una hora indecente (aunque hay algunas que se despiertan antes, sí, lo sé...) en la que las calles aún no están puestas, trabajar muchas horas al día resolviendo problemas de la gente o apagando fuegos, ver a la mujer de mi vida (también conocida en los ambientes como "la chica con la que salgo") más o menos una hora al día, tiempo totalmente insuficiente pero menos da una piedra, dadas las obligaciones de ambos dos, y llegar a casa a descansar y quedarme dormido en cuanto paso un par de hojas de libro aún no virtual.

La verdad es que la única novedad de estos días ha sido la vuelta a ese lugar de sufrimiento físico, mental y oloroso llamado gimnasio. Porque no nos engañemos, allí se va a sufrir. Se sufre desde el momento en el que haces la matrícula para ir "todos todos los días, de verdad que si, que tengo que bajar esta barriga y hacer un poco de músculo..." y sueltas el precio del abono ¡anual!, porque así te cuesta menos que pagando mes a mes. Saldría rentable si fueras "todos todos los días, de verdad que si, que tengo que bajar esta barriga"... pero es imposible ir todos los días si quieres tener una vida social y/o marital decente.
Allí unos se miran a los otros por ver quién tiene más desarrollado el biceps o el esternocleidomastoideo, pero en realidad se compite por ver quién poner la cara de mayor sufrimiento.
Además, te rodean de espejos para que veas tu cara y la de todos tus compañeros y puedas comparar. A mayor grado de demostración de dientes, espasmos faciales, bufidos y gruñidos (muchas veces no sabes si estás haciendo ejercicio o has contratado un safari por el Serengeti), mayores posibilidades de estar en forma.
Incluso hay una piscina... donde es imposible nadar debido al gran número de niños y bebes que la utilizan en los cursos de natacion, acompañados generalmente por sus estupendas madres y en menos ocasiones por sus abnegados padres. Existe alrededor de toda la piscina una serie de tumbonas estratégicamente ubicadas : ya que no puedes nadar, al menos te sientas a ver a las madres que, en ocasiones, parecen que han tenido a sus cachorros y cachorras (parafraseando a ese sex-symbol legislativo que es Bibiana Aído) por generación espontánea puesto que si es de otra manera, no se acierta a comprender el grando de "estupendismo" que tienen.
Yo no es que me fije específicamente en ellas, no. Es que como no puedo nadar y las tumbonas dan a la piscina, pues no tengo más remedio. No me voy a poner mirando a la pared...

Pocas más novedades, salvo el descubrimiento de un precioso blog llamado "manzanas de felicidad", desarrollado por mi querida Yuyui y que es un espacio frutal endulzado para indicarnos que la felicidad no es más que darnos cuenta que nada tiene demasiada importancia.

En fin, que yo había prometido escribir algo este fin de semana, pero no me sale nada...
No siempre se pueden cumplir las promesas...

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Me arrastraste por el suelo y ahora soy tu prisionero,
que alguien llame a un experto que calme este incendio,
que apague este fuego.
Me dijiste "no te quiero" sin darle casi importancia,
yo me derrumbé con elegancia mientras tu fumabas
quemandome el sombrero.
Y ahora cargo con resignación estas plegarias no atendidas,
pero de qué sirve rezar si nunca aprendí a decir "amén".
Tengo la cabeza llena de promesas incumplidas,
cómo duele recordar las promesas de ayer...
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8.12.09

La Comentarista

Ni me acordaba ya el tiempo que hacía que no recibía comentarios.
En realidad ya casi no me acordaba de escribir y ni mucho menos pensaba que alguien pudiera estar interesado en leerse los post mas recónditos y antiguos de este espacio.

Como tengo una de esas maquinitas del infierno en la que se pueden configurar varios correos electrónicos y que estos correos te lleguen directamente a tu movil/ordenador/camara de fotos/agenda/despertador/... (sí, para no desconectar nunca ni de tu trabajo, ni de tu ordenador, ni de nada de nada...) hace un par de días, al despertar, vi que tenía 10 correos electrónicos nuevos. 10 correos!! Sin duda, y dado que eran las 7 de la mañana, no me puse a revisarlos puesto que supuse que eran de publicidad, spam o similar.

Nada que ver.

Alguien, desde algún rincón del mundo que aún no podía descubir, se había topado por casualidad con este Diario y... ¡le había gustado!
Le había gustado porque nadie pone 10 comentarios, uno por cada post que hasta ese momento había leído, si no le gusta mínimamente lo que lee. Y eso me gustó. Me gsutó tanto, que aquí estoy, despues de mucho siempo sin escribir "de verdad", posteando la alegría que me da que alguien de tan lejos (después descubrí de dónde era), esté tan cerca a través de algunos comentarios.

Ha habido muchos y muchas comentaristas de este blog, algunos y algunas con categoría de comentarista oficial pero es como todo, si abandonas las cosas, no las cuidas o simplemente te olvidas, también te olvidan a ti.

A tí, comentarista charra trasatlántica, espero no defraudarte ni descuidarte y escribir más a menudo para que tus comentarios sigan llenando mi bandeja de entrada.

Para tí va este post, por meterme a base de comentarios e interés el gusanillo de contar alguna historia, aunque no tenga talento para ello.

Gracias!!!


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Hay tanto que quiero contarte,
hay tanto que quiero saber de ti...
Ya podemos empezar poco a poco,
cuéntame qué te trae por aquí...
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