121

Según va cayendo el día, mi querida Lili, voy acordándome de los momentos anteriores, que fueron escasos días, pero que a mi me parecieron una eternidad, al inicio de esta cuenta que ya suma 121. Esos momentos previos, de cómo crecían mis ilusiones y tu acero inolvidable se volvía gas, los tengo guardados para recordarlos siempre que quiera pero prefiero recuperarlos desde el centro matemático del pecho.

Ahora que ya a estas horas mi pensamiento se pierde si no estoy contigo, cuando el frío sol de otoño que no calienta los huesos ya se ha escondido y busco tus manos calientes y tu silueta escondida vergonzosa detrás de un abrigo, me detengo como cada día a dar gracias a lo que sea que nos haya puesto en el camino por cada segundo de esos 121 días que constituyen un "!YA!" en coincidencia de los dos.

Solo pido por esta fecha, que mi garganta y mi voz me permitan poder seguir expresando tanto sentimiento y que mi memoria no extravíe ninguna suma de días felices y poder contar que un día, una vida, fuiste mía, fuimos nuestros... aunque si los recuerdos alguna vez se pierden, yo sabré que te he querido mucho tan solo conque estés presente.

Al fin y al cabo, estos días tan solo forman un grano de arena en el desierto, una gota de agua en un mar divino que tenemos por delante, siempre mirando los dos en la misma dirección...

El Centro Del Universo

Miro el reloj que marca las horas y descuenta los minutos para verte y enloquecer, mi querida Lili, y espero a que el sonido de tus palabras, que siempre permanecen, se lleven en el viento las montañas de papeles escritos que marcan lo hecho y lo pendiente de este día que hemos vivido o que nos ha ido matando un poco más.

Mientras espero tu señal para dejar que los lapiceros dejen de apuntar cifras en recesión y escriban el descanso de tu nombre en mi frente, repaso las noticias de hoy, que son similares a las de ayer.

Brindo por ese pueblo, espina dorsal de Latinoamérica, ese pequeño país con vistas al mar que libera a hermanos de lengua y de sangre de las entrañas de la Tierra, que siempre es sabia y tiene memoria queriéndonos recuperar sin tener en cuenta que nosotros creemos que la dominamos.
Más que de la luz del sol, que siempre sale y ellos lo sabrán valorar mejor que nadie, espero que se protejan de los focos, luces y taquígrafos, de buitres y negociadores, de los que para siempre han sido anónimos y ahora les llaman por su nombre y les palmean las espaldas doloridas para que no se conviertan en estrellas de rock, sino en ejemplo y muestra de que el trabajo y las personas buenas es el mayor capital que poseemos.

Y aquí, en un Primer Mundo en decadencia de valores y honestidad, de Bolsas que suben y bajan pero que siempre la tienen llena los mismos condicionándonos la existencia, todos nos creemos un poco centro de Universo y pensamos que todo gira alrededor nuestro sin darnos cuenta que hay que seguir ciertas órbitas y prestar más atención a lo de fuera para saber que sin algunas cosas no podríamos funcionar.

Al fin y al cabo, siempre hay creaciones que brillan más que uno mismo y que hacen que se pueda vivir... y que merezca la pena.

Sueños Dorados

Pongo el candado a un día, mi querida Lili, que no se sabe bien si fue un miérlunes o un lunmiercoles de despachar visitas y papeles y en el que solucionar los problemas de los demás permite resolver algunos de los míos.

Giro la llave que otras tardes me permite mirar por el ojo de tu cerradura pero que hoy, al golpear mis tacones en en camino, no me llevará al reino de tus mechones amarillos, secuestrados por obligaciones y tareas que, más pronto que tarde, serán compartidas.

Repaso en el papel tareas fijadas con notas de horarios esclavos y plazos que cumplir, pensando si todas esas palabras, números y resoluciones no son demasiadas para el mismo desconcierto que rige el mundo desde que aprendimos a utilizar el don de la racionalidad para ser cada vez más irracionales.

Me sumergiré antes de dormir en literaturas ajenas que me hablan de estrellas que vimos tan cerca en una fría pero cálida noche de Julio y recordaré que para estar en las alturas y cerca de algo tan lejano no hace falta irse a montañas del demonio sino tan solo acariciar espaldas sin alas pero angelicales.

Se me cerrarán los ojos pero justo en ese momento se abrirá el mundo de los sueños, donde siempre te he podido ver, aun cuando no estabas presente.

Al fin y al cabo, así es como empezó todo, deseando la realidad de un sueño de rizos dorados que hoy, como siempre, sé que tiene un futuro eterno.

Patria

Apurando las horas, mi querida Lili, de este rojigualdo día donde no tiene cabida el morado de las banderas y antes de desfilar delante de la victoria de tu presencia, me armo de fuerzas para cuadrarme ante la pantalla y reflexionar sobre una tierra que no hemos elegido pero que nos hace elegidos por poder estar aquí para disfrutarla.

En esta Tierra de Conejos invadida y reconquistada, mezclada y expulsada, donde siempre ha tenido cabida todo el mundo, donde presumimos de colores tan solo porque una pelota entra por un recuadro, más nos valdría cuadrarnos ante la Historia fértil de los multipobladores peninsulares en vez de pasear soldaditos de sueños mutilados en guerras que siguen siendo feroces y ante Reyes que hacen mucho que quedaron ciegos en la ranciedad de su institución, para evitar repetir errores de intolerancia pasados que hacen que nuestro futuro sea más incierto.

No sólo nos limita el territorio el agua por todas partes menos por una, sino que nos separan prejucios, diccionarios e intereses más profundos que el agua y, a veces, con más miedo a los monstruos que nos podamos encontrar al descubrirnos los unos a los otros que los que podían acechar a los antíguos más allá de Fisterra.

Mi Fiesta Nacional, como cada día, empezará cuando esté en el reino de tu risa y en nuestros dominios, que somos nosotros dos.

Al fin y al cabo, donde estemos juntos los dos, allí estará nuestra Patria...

Nuevo Tercio

A estas horas, mi querida Lili, mientras espero a que tu presencia le ponga las luces a mi traje de gris y salmón, apuro este día de gotas otoñales derramando sobre el recuadro profesional la tinta electrónica de repaso y reflexión.

Ha sido día de cambios y a tí, que siempre iluminas mi perfil visto y para quien no hay caras ocultas, te hago partícipe de esos cambios que siempre deseo que sean para mejor.
Hoy me vuelvo a poner mi determinación por montera y recogo los trastros de crecer echando abajo telones groseros y muros de la verguenza expresiva para la época en la que me quiero asentar.
He comprendido, hace ya algún tiempo, que para progresar a veces hay que dejar atrás lugares, costumbres y situaciones que no concuerdan con lo que uno quiere en adelante y que pueden perdujicar, sin querer, la imagen y las expectativas que nos vamos labrando con el paso del tiempo.

Así que no puedo hacer otra cosa que brindarte, una vez retirado de los ruedos, el festejo de asentar y sentar mi cabeza contigo, despojada por las tijeras de tu decisión, de coleta de torero.
Hace unos meses supe que ya no iba a merecer más la pena derramar la sangre en la arena y que es necesario conservarla para que el corazón siga latiendo en los acordes que correspondan a cada cambio de tercio.

Al fin y al cabo, nuestro tercio, el de los sueños, es el que corresponde vivir en adelante...

El Paraiso

Una noche más, mi amada Lili, obraste el milagro de transformar algo que no era lo que habíamos pensado en otro conjunto de momentos geniales e inolvidables que se han venido repitiendo durante ya más de 5 meses desde que apareciste en el por entonces tormentoso rio de mi devenir para que empezara a esquivar piedras afiladas y cortantes hasta llegar a un remanso feliz y tranquilo.

Yo, que cuando te conocí olvidé que era salmón para querer convertirme en pescador y lanzar anzuelos de pétalos de orquidea y consultaba libros por escribir para llamar a tu amor, tengo que dejarme arrastrar por tu corriente de pelo de oro y sonrisa de marfil que impide que me disguste si no consigo que todo para tí, todos los momentos o todo lo que pensemos hacer sea perfecto.

Se pasa el disgusto cuando el nubarrón que nubla mi entusiasmo atrayendo los miedos a la imperfección lo alejas con esos rayos de luz que tantas veces escribí en este folio siempre incompleto haciendome ver que nunca ha importado, importa ni importará un espacio físico, que hoy puede estar pero mañana no, sino algo mucho más importante, íntimo e inexplicable.


Al fin y al cabo, para Adán no había Paraiso más importante que aquel lugar donde estuviera Eva...

Lola

Algunos me tacharán de sentimental, sensiblero, baboso y empalagoso por publicar estas líneas aquí y compartir con todo el mundo algo que a mi me resulta emocionante e importante.
Quien no sea como yo, seguro que esa es la sensación que tiene : otro post de El Salmón que rezuma babas y roza la adolescencia.

Afortunadamente no me importa en absoluto los que piensen eso ya que aunque tan solo hubiera un lector o lectora que compartiera un sentimiento similar conmigo, ya me comprendería.

Qué quieren que les diga, pero a mi el compartir algo con la persona a la que quiero me supone una emoción. Y si es compartir, tener en común un ser vivo, algo que va a ir creciendo y que será de los dos durante mucho tiempo, la emoción se multiplica.

Nunca he compartido nada con nadie y ni mucho menos nada ni tan siquiera parecido a lo que describo en estas líneas. Algunas veces porque yo no he querido compartir. Y otras porque no lo han querido.

Así que soy primerizo en esto de compartir. Y ella, también.
De momento van a tener que cuidar de ese pequeño ser, que durante el invierno va a estar temeroso por haber llegado hace nada pero que en primavera ya habrá crecido, conocido el ambiente y sin duda habrá despertado a la vida, porque las circunstancias impiden que nosotros podamos hacerlo juntos y con la dedicación y el tiempo que merece.

Yo espero que sea solo el principio de una larga lista de cosas a compartir y cosas en común.
Tiene que ser sólo el principio.
Seguro que será así porque no hay ni una sola sobra de duda, a pesar del poco tiempo, que haga pensar en lo contrario.

Les presento a Lola...