Premios 20Blogs

26.5.07

Menos Mal

Menos mal que apareciste;
menos mal, me convenciste;
menos mal, sigues aqui
Menos mal que construimos;
menos mal, nos decidimos a seguir.
Menos mal que apostamos,
que semillitas sembramos,
que nos hacemos reir.
Menos mal, nos divertimos como niños sorprendidos;
menos mal, sentimos juntos ganas de vivir.
Menos mal, nos conectamos;
menos mal, nos impregnamos;
menos mal, nos penetramos.
No te vayas nunca, lo malo disculpa
y no te alejes, no.

22.5.07

Quiero Ser Mar

El tiempo corre en el río y la memoria es el mar.
Yo ando en busca del mío y no lo quiero encontrar.
En la desembocadura acaba el devenir sin cesar,
el agua se hace salada y cómo cambia la profundidad.
Simplemente tengo ganas de sentarme a ver pasar,
y es que a veces soy mirada y otras veces quiero ser mar...

14.5.07

Especies Que Desaparecen

Somos de una especie que desaparece, hasta nuestras diferencias se parecen.
Somos como el tiempo perdido, como palabras dichas al oido de nadie.
Creo que somos los últimos en la Tierra de nuestra clase,
por favor no me dejes...

13.5.07

Pasado, Presente Y Futuro

Ya es el segundo fin de semana consecutivo que intento escribir sobre el mismo tema, sobre pasados, presentes y futuros. Pero no me sale. El fin de semana pasado tenía casi redactado el post pero me quedé atascado y terminé por "cliquear" el aspa de la ventanita y todo se perdió.
Hoy lo vuelvo a intentar, si llegan al final de la entrada y ven que el texto ha quedado más o menos conexo y coherente, es que conseguí por fin reunir alguna palabra junto a otra y crear un texto.
No nos engañemos, no tengo talento para esto asi que no pasará de ser una simple reflexión que debió quedarse en la almohada después de despertar (o semi despertar) de una noche pasada pero que tengo muy presente y espero que en el futuro se repita.
Estaba yo pensando (nada de cachondeitos ehhh) en cómo dividimos la vida, entre pasados, presentes y futuros y en la forma que éstos nos afectan tanto en nuestras emociones, sentimientos e incluso aspiraciones. Para mi no son distintos, no sucede primero el pasado, después el presente y más tarde el futuro. Creo que los 3 son simultáneos y que no es posible desprenderse de alguno o de todos ellos.

El pasado. El pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado. Es más bien como una suerte de presente rancio, que se nos representa a modo de experiencia, miedos y recuerdos.
Por eso no hay lugar para la separación entre pasado y presente. Lo que vivimos actualmente también es el pasado, reflejado en todas las cosas y situaciones que se nos dan. Uno no tiene pasado.
Ayer fue pasado? Si, pero yo lo sigo teniendo presente. Sigo viviendo las cosas de ayer, sigo recordándolas y sigo aplicando aquello que aprendí, aquello que debí hacer y aquello que nunca tuvo que suceder. Y las aplico ahora, en el presente, en el momento actual y según golpeo mi teclado.
No hay separación. El pasado también lo vivo ahora, y lo que vivo ahora es el presente.

El futuro me hace gracia. No es para reirse ni tomárselo a broma porque, al fin y al cabo es donde vamos a pasar el resto de nuestra vida el futuro, pero me hace gracia.
Suele decirse a veces que tal persona "no tiene futuro" o que fulanito "tiene su futuro poco claro".
Y eso es lo que me hace gracia, que se diga que "no hay futuro" o que se tiene "poco claro". Nadie tiene su futuro claro, más allá de que estudiemos más o menos, tengamos más exito en nuestro trabajo o menos o pertenezcamos a uno u otro estatus social.
No es que fulanito, porque no estudia lo suficiente o no define "qué quiere ser en la vida" tenga menos claro su futuro. Nadie lo tenemos claro. Si no, seríamos visionarios y la vida perdería parte de su encanto, pero ganaría en simplicidad. Sabríamos qué nos depara "el futuro".
Siempre hay futuro, todo el mundo tiene uno. Pero no es más que el mismo presente.
Mañana es el futuro? Si, pero yo el mañana también lo vivo hoy, que es presente. Lo vivo hoy porque pienso en lo que tengo que hacer, dónde tengo que ir y cómo estaré.
No es que "tenga futuro" ; como mucho, tendré ciertas expectativas que se cumpliran en mayor o menor medida, dependiendo de cómo actue en mi presente. Actuamos pensando en terminar cosas, haciendo planes de dónde vamos a estar, en qué ciudad vamos a vivir o cuanta "pasta" vamos a ganar para tener una mejor vida "mañana". Tenemos expectativas, no futuro. No lo podemos saber, solo hay presente.
Y es que el futuro no es ya lo que solía ser.

El presente es ahora. Está mientras golpeo estas teclas, pero también está el pasado, que fue el párrafo anterior y está el futuro, que será la despedida. Pero no se diferencian, todo forma parte del mismo tiempo, del momento actual.
Vivimos ahora, con recuerdos de pasado y expectativas de futuro pero todo ahora, en este momento.
Y es lo que tenemos que aprovechar, este momento, sin detenernos a mirar el rancio pasado, que te puede anclar, ni el incierto futuro que puede dar miedo y vértigo.

Lo único de deberíamos hacer es prentender vivir.
Vivan el momento. Ahora. Ni antes ni después. Ahora.
La vida ES maravillosa.

12.5.07

Dos Galgos

Dos galgos van corriendo a toda pastilla, corre que te corre, detrás de un taxi.
De pronto, el taxi se para en un semáforo y los galgos siguen corre que te corre y pasan de largo el taxi.
Y le dice un galgo al otro : ¿ves cómo ponía LIBRE y no LIEBRE?

6.5.07

Cenizas En El Aire

La descubrí hace poco pero para mi, es la mejor letra que ha hecho. Gracias Ariel.

Estoy perdiendo gasolina, a punto de estrellarme otra vez. No ves que estoy perdiendo altura? Necesito tu ayuda para seguir de pie.
Estuve revisando en los archivos, buscando los motivos donde nunca los busqué. El tiempo avanza decidido desde el campo enemigo sin detenerse.
La cabeza en la boca del leon, soy un domador muy poco decidido. Tengo estilo pero soy mal jugador, el premio de consuelo lo tengo merecido.
Se apagó la hoguera de la vanidad, cenizas en el aire esparciéndose. Parecía que era un juego y al final más de uno acabó mal quemándose.
Estoy en el medio de la vía, en el medio de la vida si hay suerte tal vez. Yo quiero despertarme cada día y darte la bienvenida otra vez.
Hay cosas que prefiero no mirar, hay otras que al mirar no pude ver. Los sueños que no puedo recordar son como las canciones que no pude componer.
Hay ofertas que no puedo rechazar, hay pactos que jamás voy a romper. Las manos que no quiero estrechar son las que firman las leyes que no puedo obedecer.
Hay días que estoy realmente mal, hay días que estoy misteriosamente bien.
Se apagó la hoguera de la vanidad, cenizas en el aire esparciéndose...

3.5.07

Aquellas Maravillosas Tardes

Suele pasar que de cuando en cuando sale una tarde gris, lluviosa, en la que dan ganas de no hacer nada, de tirarse a la bartola (vamos Bartola, que nos dejan...) ; de esas tardes plomizas en las que te apetece quedarte durmiendo o simplemente no hacer lo que se supone que debes de hacer.
Y suele pasar que esas tardes al final acaban siendo de las mejores, con risas, conversaciones intrascendentes y surrealistas y compartiendo cosas.
Eso es lo que debió pensar mi "costilla" ayer por la tarde, pues cuando me llamó para decirme "ola ola, que haces?" pues me contó que estaba decidida a ir a clase pero que en el camino se lo había pensado y que antes de quedarse dormida sobre la mesa en una insufrible clase en lengua extranjera había decidido ir a buscar a una amiga que también se aburría de lo lindo y marcharse por ahí.
Yo pensaba que se habían ido a hacer lo que el 99,99% de las mujeres hacen cuando se juntan, a excepción de ir al baño en pareja : ir de compras. Pero no. Cuando pregunté que qué hacían me dijeron que se les había apetecido tomar una cerveza y que iban a por un litro (envase anteriormente conocido como "litrona") y que se iban a casa a tomárselo, que cuando yo decidiera que ya había tenido bastante con mis cuentas, nominas y demás cosas alegres de las que consta mi trabajo, me quitara el disfraz de ejecutivo agresivo y fuera a tomar algo con ellas.
Así fue, pero cuando llegué y después de tener que escalar escalonadamente el Everest de 4 pisos en el que vive mi santa estaba sediento del líquido amarillo que se supone que estaban compartiendo.
Se lo habían bebido. No quedaba casi nada, solamente un poquito de bebida con la que saciar mi sed. Y al grupo se unió una compañera francesa con la que, claro, hubo que compartir la rubia (a la cerveza me refiero, que eso de los trios... ni en sueños).
Como ya eramos cuatro y la bebida escasa, decidí que sería mejor ir a comprar más zumo de cebada a un 24 horas cercano (lo de 24 horas es un decir, porque yo he visto como cerraban vilmente despues de 8 horas de trabajo como cualquier cristiano) y seguir con la reunión que prometía.
Una vez aprovisionados de bebida decidimos hacer la buena obra del día y enseñar a la compañera francesa algo de nuestra cultura hispánica. No sé si después de la tarde de ayer esa mujer habrá salido más puesta en el idioma de Cervantes, pero a buen seguro que cuando se junte con otros "guiris" chapurreadores de castellano como ella, será la triunfadora porque en tan poquísimo tiempo la pusimos al día de expresiones y dichos castellanos para obtener el exito como "esto es la ostia", "con dos cojones" o "de puta madre".
La chica disfrutaba de la clase y de otros elementos incendiarios que tuvo a bien compartir y pasamos a otro elemento fundamental para triunfar en cualquier reunión como son los chistes. Uno, que no tiene gracia para contarlos, se limitaba a aportar su granito de arena para que no dijeran que solo me dedicaba a beber y a comer boca-bits pero las que realmente la adoctrinaron sobre el arte de los chistes, porque la gracia se tiene o no se tiene y estas dos muchachas la tienen, fueron mi santa y su amiga. Yo disfruté de algunos chistes, irreproducibles en un espacio digno y decente como este y la compañera francesa va a volver a su ciudad siendo la Erasmus (erasmus pocos y parió la abuela...) que más tacos sabe y mejores chistes conoce de toda la Galia.
Como vimos que la reunión normal con unas cervezas de por medio estaba próximo a convertirse en un botellón casero con "embolingamiento" en el horizonte, decidimos que era hora de que cada su mochuelo se fuera a su olivo y dejar planes como el karaoke y el campeonato de levantamiento de codo para beber más cerveza para otra ocasión en la que el despertador no suene tan pronto o que directamente no suene.

Siempre lo pasamos bien, de cualquier situación pueden salir unas risas.
De algo hay que vivir, con algo hay que gozar!
Disfruten. La vida puede ser maravillosa!

2.5.07

Fumando Espero...

No, no soy fan de Sara Montiel, no vayan a pensar mal... aunque he vivido y visto algunas imitaciones suyas que son francamente buenas y si éstas se hacen después de compartir una deliciosa cena y una botella de Yllera (o el que ese día haya sido elegido) ya ni les cuento...
Pero es que el título de una de las canciones de esta mujer del jurásico viene al caso del tema que hoy quiero tocar : el fumeque.
Fumar es malo. Hay cosas peores, si ; pero es malo. Y hay gente que fuma y lo quiere dejar, que se ven capaces de ello.
Como por ejemplo, mi padre. Él está ahora intentando dejar de fumar, aunque eso no es nuevo. Desde que le conozco (y ya casi van para 28 años...) siempre llevo escuchándole que va a dejar de fumar.
Pero esto es como el cuento de Pedro y el lobo (¿era Pedro?) : ha dicho tantas y tantas veces que va a dejar de fumar, que cuando parece que lo va a intentar de verdad nadie le cree.
Antes se hacían chistecitos con la pregunta : "Y el Madrid que, ¿otra vez campeón de Europa?". Ahora se hacen con : "Y tu padre que, ¿otra vez va a dejar de fumar?".
En fin, que el hombre lo va a intentar. Le han puesto un tratamiento con pastillas que neutralizan la nicotina, tiene que anotar todo lo que se fuma (que es mucho) y esperar 15 minutos a fumarse el primer cigarro de la mañana desde que le entren ganas y 5 minutos para los cigarros del resto del día y reducirlos de manera paulatina. Todo eso, en 10 días.
Muy poco me parece a mi, sinceramente. Que mi padre deje de fumar en 10 días catapultaría al médico de la sección de tabaquismo directamente al Nobel de Medicina (y el de la Paz, paz que va a faltar en mi casa como mi padre definitivamente tenga que dejar la nicotina, con los nervios que produce eso). Le deseo suerte, es mi padre.
Yo también he dejado el tabaco. Pero me acuerdo siempre de dónde lo dejo y termino yendo a por él. No considero que tenga vicio ni que sea fumador porque fumando las cantidades que yo fumo eso no se puede considerar ni fumar, sino más bien hacer el tonto y perjudicarte.
Lo que estoy es en el empeño de no probar más un cigarrillo. Para eso le he dicho a mi santa que me prohiba terminantemente encender un cigarrillo y que si me ve con uno me lo quite inmediatamente. Lo hace, pero luego me sienta mal porque es peor el remedio que la enfermedad ya que según me lo quita para que no lo fume yo, se lo fuma ella por lo que no arreglamos nada.
Muchas veces ni se da cuenta y consigo terminarme varios (yo no los dejo a la mitad, me fumo casi hasta el filtro) y cuando confieso como un vulgar "chota" se enfada y me dice que para que le mando que me lo prohiba si luego hago lo que me da la gana. Tiene razon, pero hay que comprenderme. Si estamos los dos solos, a mi no me da "envidia" si ella fuma uno o medio. Pero claro, estar con 10 personas y todas humeando y tragandote tú todo lo que ellos/as expulsan no tiene sentido asi que de tragar humo, que sea el de tu propio cigarro y enciendes uno.
Luego por las mañanas viene lo peor, que es la sensación de vuelque de estómago por la nicotina, el creciente ahogo por todo el humo que te has zampado la noche anterior y la promesa de que "nunca mais" volverás a probar uno de esos.
Yo creo que al final acabaré consiguiéndolo, aunque tenga que pedirle a mi santa que emplee la fuerza física si no le hago caso.
Lo de mi padre será más complicado aunque espero por su bien principalmente que lo consiga y deje ese asqueroso vicio.

Así que ustedes ya saben, cuiden sus pulmones ya que tienen la extraña manía de querer aire para poder funcionar y no fumen un cigarrillo tras de otro comprobando que vivir perjudica gravemente la salud.

1.5.07

Ausencias

A pesar de haber dormido las 8 horas de rigor para que una persona garantice un mínimo de lucidez, no sé si es mi caso hoy porque aun me siento cansado. Me duele la garganta, me pica, se me entrecorta la voz y prefiero no hablar porque parezco salido de ultratumba.
Por eso me dedico a aporrear con los dedos el teclado, que al menos así no fuerzo la garganta.
Hace días que quería escribir sobre este tema pero no encontraba el momento bien por falta de tiempo o bien porque quería tener un momento de tranquilidad para poder escribirlo de la mejor manera posible. Tampoco es que me preocupe demasiado, son líneas que (afortunadamente) lee muy poca gente y gracias a ello creo que aun no estoy internado en alguna clínica de desintoxicación literaria (o pseudoliteraria, mejor dicho).

Hay un refrán que dice "uno no sabe lo que tiene hasta que no lo pierde". No estoy de acuerdo con ello, como no podía ser de otra forma.
Muchas veces sí que sabemos lo que tenemos antes de perderlo. Sabemos que tenemos algo bueno aun antes de que ya no esté y cuando ya no está seguimos sabiendo que era bueno, que no nos ha hecho falta que se marchara para darnos cuenta.
Y muchas veces "lo bueno" sabemos que no va a volver, que lo hemos perdido para siempre, que la vida, ese asesino difuso que nos mata día a día sin que nos demos cuenta, se lo ha llevado para siempre y es ahi cuando comprendemos que la vida y la muerte no son consecutivas sino simultaneas en el tiempo. Y ya solo nos valen los recuerdos.
Los recuerdos. Ante la pregunta "un recuerdo, ¿es algo que tenemos o es algo que hemos perdido?" mucha gente no sabe que contestar. Yo pienso que los recuerdos no se pierden o al menos no deberíamos perderlos. Lo que perdemos o dejamos de tener son momentos, situaciones, personas, olores, sonidos, hechos,... pero siempre queda el poso del recuerdo, que no deberíamos perder. Es una forma de no perder del todo las cosas y seguir sabiendo que lo teníamos.
También hay veces que sabiendo lo que tenemos lo queremos perder. Son esas cosas que sabemos que nos hacen mal, que no nos benefician y que sin embargo son difíciles de dejar y por lo tanto sin perderlas sabemos que las tenemos y que, como diría alguien "no son bien". Vicios, rutinas, hábitos, cosas que pasaron o que no deberían haber pasado,... Y qué dificil es dejarlas o perderlas. Y qué malo es saber que se tienen o han tenido.

Incluso no hace falta perder las cosas para darse cuenta de lo que se tiene. Muchas veces no nos damos esa cuenta, pero no hace falta perder nada.
Simplemente con una ausencia, con un momento en que sientas que te falta esa cosa, con el simple pensamiento de que un día pueda desaparecer, algo se despierta en ti y si no te das cuenta del todo de lo que tienes, eso hace que tus esquemas cambien.
Sabes que lo tienes, que está ahi, que no lo vas a perder, que haces todo lo posible para que jamás falte eso que quieres conservar pero un momento de ausencia te hace ver que si alguna vez te faltara nada sería ya lo mismo. Que ese momento de ausencia te causa dolor y que si algún día la ausencia se transforma en pérdida, no te va a doler ; simplemente la hoguera de tu vanidad se habrá apagado y solo quedarán tus cenizas en el aire esparciéndose.

Por eso, yo a todas esas cosas que sé que tengo y que valoro aun sin perderlas, que tan solo con su ausencia cambian el latir de mi corazón y mi pensamiento quiero darles la bienvenida cada día al despertar.