Jazmín

Soy un hombre peculiar. Un tanto distinto a otros hombres o a lo que se supone o todavía se tiene por costumbre que tiene que ser un hombre.

Hay personas que dicen que soy raro. Lo mejor de todo es que algunas personas que dicen que soy raro son ellas mismas raras, pero raras raras... lo cual, que me consideren raro a mí, es rizar el rizo.

Lo que pasa es que tampoco soy el cánon de persona normal ni que sigue costumbres aceptadas así como así. Ya saben... cuestión de ir en dirección contraria y remontando...

Veamos : soy más de pepsi que de coca-cola, prefiero nordic a schweppes, los rolling a los beatles, el salado al dulce y prefiero mil veces una cena y copa a la luz de una vela derritiéndose que botellón y litrona social.
Hay quien dice que llevo siendo viejo mucho tiempo. A mi jamás me importará que me lo digan. Primero porque considero que hacerse viejo no es malo sino que te concede cierto grado de experiencia ; quizá confunden hacerse viejo con acumular experiencia y que uno las vea venir antes por todo lo vivido. Y segundo, nunca me quejaré por envejecer ya que ese privilegio les ha sido negado a muchos.
Poseo cierto gusto y elegancia al vestir, interés y cuidado del aspecto e higiene personal, alta sensibilidad a la belleza femenina, alta tolerancia sobrehumana al amor y un punto de locura (o dos) bien conocido tanto en territorios de ultramar como en ámbitos comunitarios.
Ahhh... y señalizo al conducir, cosa que según mi salmona aprendiz de conductora "tan solo hacen las mujeres. Los hombres nunca señalizan..."

Puedo combinar varias cosas, en principio, totalmente distantes entre sí y que pueden llegar a ser desconcertantes para cualquier persona, aninal o cosa que tenga el placer de conocerme : puedo alternar lecturas y poesías de Antonio Gala con libros de terror o ensayos sobre viajes ; soy capaz de gritar y quedarme afónico en un concierto de rock como puedo emocionarme ante las maravillosas notas de un piano interpretando a Chopín o escuhando un tango interpretado por Pasión Vega e incluso puedo desorientar a la gente identíficandome totalmente con Clint Eastwood en "Los puentes de Madison" para inmediatamente después vitorear su dureza en "Sin perdón"... aunque yo también esperaba que Clint empezara a repartir hostias en "Los puentes de Madison" en cualquier momento... Es más, soy amante de los tragos largos de tequila, absenta, champán o cualquier otro licor fuerte pero tambíen me produce cierto placer tomarme un buen mate amargo o infusiones raras.
Es por eso que, hace pocos días, cuando en presencia de mi salmona se me ocurrió pedir un té de jazmín, se produjo la siguiente afirmación :

"Un té de jazmín? Ese qué tipo de bebida es? Los hombres no piden esas cosas, los hombres piden cerveza, vino, whisky,... En un grupo de hombres te llamarían maricón..."

Me recordó aquella vez que Homer fue a una exposición de ciencia con Lisa y le dijo : "Ciencia? la ciencia no es divertida... las cosas divertidas terminan en -bolera o en -taberna..."

Entre la cara de sorpresa de mi amada salmona y la estupefacción del camarero al servirme a mi el té de jazmin en vez de a la señorita, uno puede comprobar como lo diferente o lo inusual, lo que verdaderamente me hace diferente, no digo raro, sino diferente, causa cierto reparo si está alejado de los cánones de comportamiento masculino.

Mi salmona de los ríos, compañerita de andanzas, dice que todo lo descrito anteriormente que me diferencia de otros machos de la manada se debe sin duda a que yo, en una vida pasada, fui mujer y todavía me quedan algunos posos, algo de mi vida anterior que permanece en mí y que hace que no sea un hombre al uso.

Aunque ella está encantada que sea como soy... y que en esta vida haya sido un hombre...

Pero eso ya es otra historia...

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Una veredita alegre con luz de luna o de sol
tendida como una cinta con lazos de arrebol.
Arrebol de los geranios y sonrisas con rubor
arrebol de los claveles y las mejillas en flor.
Perfumada de magnolias rociada de mañanita
la veredita sonríe cuando tu pie la acaricia.
Y la cuculí se ríe y la ventana se agita
cuando por esa vereda tu fina estampa pasea.
Fina estampa, caballero, caballero de fina estampa,
un lucero. Que sonriera bajo un sombrero
no sonriera más hermoso ni más luciera, caballero.
Y en tu andar, andar reluce la acera al andar, andar....
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EL Hombre Del Traje Azul

No me vale la ropa.
Donde antes había holgura y unos centímetros de más que permitieran a un amante de las libertades como yo ir cómodo y sin apreturas, ahora hay estrecheces y tirones.

Los abrigos no quedan holgados sino ceñidos, los cuellos y las mangas de las camisas no abrochan, las corbatas tienen que aflojarse ante el riesgo de asfixia, los "sueters" describen curvas peligrosas a la baja altura del abdomen sin duda provocadas por eso que llaman felicidad y los chalecos, para gozo y disfrute de mi salmona, quedan ajustados y estallan sus broches dejándolos inutilizables.

Por eso he decidido salir de compras. En concreto hoy tengo que recoger un traje azul que la salmona de mis ríos antes mencionada vio, compró y me regaló.
Ella dice que vio el traje y se enamoró de él, que le gustó tanto que lo tuvo que comprar no por un irrefrenable impulso que hace que todas y cada una de las mujeres que acuden a las tiendas de ropa salgan de ellas con una prenda, propia o ajena (Ver el post "Las Rebajas, Ese Momento...), sino porque le encantó.
Esa es la versión oficial.
Yo creo que no fue así. Yo creo que ella vio el traje y se imaginó esas telas inanimadas, bien cosidas pero inanimadas, puestas en la maravillosa percha que atesoro y adaptadas al grácil movimiento de mis andares... y no tuvo más remedio, ante tamaña visión, que entrar y adquirir el conjunto que hoy paso a recoger.

No me lo he estrenado antes debido sin duda a un pequeño fallo técnico motivado por el tallaje del traje, que hacía que la chaqueta americana me quedara como si la hubieran fabricado expresamente para mi pero que el pantalón quedara levemente desabrochado, no permitiendo incluir toda mi anatomía en las telas.
Sin duda, fallo del fabricante, pero que me ha hecho pensar si no estaré alimentando un pequeño michelín, una pequeña panza, a pesar que mis 10 kilos de engorde con respecto al año pasado están bien repartidos.

Me he propuesto eliminar ese pequeño atisbo michelínico y aparte de poner cartas en el asunto acudiendo con más (mucha más) regularidad al gimnasio, he contactado con un amiguete portugués.
Cristiano R. es su nombre.
El, al disponer de abundante tiempo libre, un dia empezó a hacer abdominales para sentirse realizado y para poder coger algo de forma ya que ocasionalmente, cuando otros compromisos no le requerían, se dedicaba a jugar alguna pachanga con los colegas los domingos.
Me ha comentado que es adictivo esto de quemar grasas de la tripa y que él ya llega a hacerse 3.000 abdominales al día : las hace desayunando, viendo los Simpsons, tarareando el estribillo de la canción de Karmele y mientras Paris Hilton le hace la comida.

Yo no aspiro a hacer tantas, solo espero esculpir algo más mi portentosa figura y disfrutar del traje azul regalado con tan buen gusto salmónido.

Ya ilustraré los resultados.... Pero eso será otra historia...

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En la posada del fracaso donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad comparten colchón.
Y cuando por la calle pasa la vida como un huracán
el hombre del traje gris saca un sucio calendario del bolsillo
y piensa : ¿quién me ha robado el mes de abril?
¿cómo pudo sucederme a mi?...
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El Inmigrante

Ayer dí una ponencia sobre la nueva reforma de la Ley de Extranjería en España para intentar asesorar y explicar a un grupo de inmigrantes autónomos que deben unirse contra una Ley que yo considero policial y recaudatoria.
No sólo no corregimos chapuzas pasadas como la de "papeles para todos", sino que cuando vemos que se nos escapa de las manos las cagadas anteriores, intentamos ponerle remedio, cagandola todavía más.

Tuvimos una rueda de prensa el viernes, día anterior a la ponencia, donde explicabamos el contenido de ésta. De esa rueda de prensa se hicieron eco varios medios de comunicación, entre ellos un medio de noticias digital.
Y en este medio, es donde se produjo un comentario que a mi me parece repulsivo. Os lo paso a transcribir :

"Sí señor,tiene toda la razón,los extranjeros son el motor de la economía aceptando salarios miserables y los españoles en el paro por no aceptar condiciones tercermundistas. Luego se extrañan del aumento de la xenofobia hacia los inmigrantes,que no es tal,si no más bien es instinto de supervivencia. Creo que con la crisis que vivimos ahora mismo,y los millones de parados,el colectivo inmigrante sobra en España. No soy racista,soy realista."

Sobre ésto precisamente alertaba yo al auditorio ayer en mi intervención : cuando se vive un tiempo de crisis económica, también hay que tener cuidado con sus consecuencias en el ámbito social puesto que se pueden producir brotes racistas y xenófobos, como en el comentario anterior.

Justificar el aumento de la xenofobia con un instinto de supervivencia es de las cosas más deleznables que he tenido que leer últimamente y huelga decir que me parece un comentario absolutamente racista. Además, la última aclaración que hace la comentarista no hace más que evidenciar lo que en líneas anteriores niega.

Todos debemos contribuir, nacionales e inmigrantes, para salir de la situación en la que estamos. Todos juntos puesto que TODOS somos iguales y luchamos por lo mismo.

Qué fragil es la memoria de la gente, cuando hasta hace 2 días eramos nosotros los que teníamos que emigrar para conseguir sobrevivir. Mucho más lamentable que la gente se olvide es que la gente joven, nuestro presente y nuestro futuro, no conozca estos hechos.

La educación, lo llevo diciendo desde hace mucho tiempo, es la causa y a la vez solución de todos estos problemas...

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No tengo más equipaje que un montón de frustraciones
convertidas de repente en sueños y en ilusiones.
Y aunque estoy de ilegal yo me voy a resistir
no me voy a arrodillar tengo un sueño por cumplir.
Mucha gente nos respeta pero hay mucha que se piensa
que si algo malo les pasa es todo por culpa nuestra.
Seré extraño pero nunca voy a ser un delincuente
porque me enseñó mi padre a ganarme dignamente
mi refugio y mi comida como lo hace tanta gente.
Allá donde yo nací se quedaron mis seres queridos
tengo un sueño por cumplir que es traérmelos un día conmigo.
Como lo hizo un día mi abuelo escapando de la guerra
para nunca más volver y aunque ahora ya no está
quiero parecerme a él.
Porque yo soy inmigrante como tantos de mi tierra
que han venido por aquí. Soy extranjero,
pero no tengo la culpade las cosas malas de este país.
Es verdad que muchas veces lloro por querer volver
pero no creo que pueda. Tengo mucho por hacer....
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El Stress del 2010

Conmigo deberían hacer como con los niños pequeños que se portan mal o que hacen algo inadecuado y mandarme copiar mil o más veces : "aprenderé a decir que no a cosas para no soportar tanto stress".

Les hago llegar un avance de los próximos días :

- Rueda de prensa Ley de Extranjería : mañana a la mañana.
- Reunion con empresa de servicios energéticos para plan de negocio : mañana a la tarde.
- Presentación de impuestos : mañana todo el día.
- Ponencia Ley de Extranjería : sábado. 17h. (Para morirse)
- Presentación seguros sociales : día 18
- Estudio contratación personal empresa de creación de redes sociales : día 18
- Más presentación de impuestos : día 20
- Viaje a Valladolid para creación de red social para autónomos : proxima semana
- Seguimos presentando impuestos : día 30
- Confección de nóminas : día 30

Y podría seguir pero no les quiero aburrir...

Definitivamente, en una vida anterior he sido puta. Si no, no se entiende que no sepa decir que no a nada...

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Quiero festejarlo todo,beber el agua de los floreros.No soy el toro,
ni soy torero,te lo pido, darling, no me dejes solo.
Que te quiero mucho, que te quiero tanto,
que más que el amor nos unió el espanto.
Como dijo un flaco que se fue en otoño,con un carajo de mil demonios.
Es el stress..., del año 2000.Stress...,me toca a mí,lo sé...,
y te toca a ti también...
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Rock 'n' Roll Star

Hay muchas cosas que no se me deben permitir pero podríamos hacer una lista sintetizada que recogiera 3 de las principales:

1- Consentirme hablar demasiado.
2- Discutir conmigo de política.
3- Dejar a mi alcance un micrófono.

La primera, porque es un peligro, sobre todo si existe una comida o similar, que yo coja carrerilla y acapare todo el tiempo de conversación, con el consiguiente riesgo de que empiece con mis chascarrillos y/o idas de olla. Lo saben en muchos puntos de la geografía de España (Viva Honduras!) y en varios lugares de Europa Central, como en Alemania y Suiza, donde gustan los payasos y las vaquitas.

La segunda porque soy muy (muy muy) radical en según qué cuestiones y eso me ha llegado a costar (supuestas) amistades debido a que mis ideas las defiendo a capa y espada si estoy convencido de que llevo la razón. Puede que me pierdan las formas, pero nunca el fondo. En el intento de corregirlo estoy pero no es facil.

Y la tercera es porque quien me haya sufrido en algun karaoke sabe que si por una de esas casualidades de la vida se me deja un micrófono, puedo no soltarlo en toda la noche debido a que me posee el espíritu de cualquier cantante (vivo o muerto) del que domine alguna canción.

A qué viene esto, me dirán mis lectores salmónidos? Pues viene a que existe un juego en el mercado, llamado Sing Star, para la videoconsola PlayStation (señores de Sony, ruego se pongan en contacto conmigo para hacerme saber cómo me abonarán mis comisiones por publicidad...) donde a modo de karaoke tu tienes que interpretar canciones mas o menos conocidas y hacer la puntuación más alta que puedas.
Yo no tengo ese juego pero coincide que mi novia le ha regalado uno de esos juegos a su hermano. En este caso es un monográfico sobre las canciones del grupo Mecano.
Y claro, no me ha quedado mas remedio que comprobar si los micros eran de primera calidad, asi que hace unos días me dispuse a competir con mi santa (yo no comparto juegos, yo compito, soy así) para ver quién hacía más puntuación.
Cantabamos cada uno un trozo de la canción y... bien, puntuaciones discretas, temas conocidos pero no dominados,... lo normal cuando todavía el micro no te conoce a ti y tu no le conoces a él.

En un momento del juego le pedí a mi (en ese momento) competidora que me dejara cantar alguna canción yo solo. Y... lo bordé. Escogiendo las canciones que dominas, la cosa cambia... pero hay que cantarlas, hay que estar ahí.
Se produjo una simbiosis especial micrófono-artista en la que -a pesar de que mi señora canta mejor de lo que indica la maquinita- libre de lastres conyugales y reparto de estrofas que limitan la obtención de puntos (espero que este comentario no acumule futuras noches de dormir en el sofá, con lo que sufro de espalda...) se dio rienda suelta a toda mi valía como intérprete de temas de culto para millones de fans.
No voy a comentar las puntuaciones por modestia, no soy salmón de alardes, pero ahi están grabados en el juego los registros...
Una vez saciada el ansia de protagonismo y de autobombo y platillo, volvimos a la competición, aunque ya no había afán de victoria.

De todas formas y aunque individualmente se me de bien, el resultado mejora muchísimo cuando se comparte la diversión...

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Con la nariz entre tus ojos y entre un pulmon y otro pulmon
el corazón y los congojos, todos en reunión.
Con tus orejas en las manos voy enseñandole a Van Gogh
cómo mejora el resultado cuando lo hace dos.
Siempre los cariñitos me han parecido una mariconez
y ahora hablo contigo en diminutivo con nombres de pastel.
Y aunque intenté guardar la ropa al mismo tiempo que nadar
me he resignado a ir en pelotas mientras dure el mar.
Yo que de estas estampas me limitaba a hacer colección
me hago un llavero con el fichero con una condición:
el día que tengas ojos rojos y me estornude la nariz
vamos a hacer lo que podamos por cenar perdiz...
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Reconfiando

Reconfiando en que este sea un lugar para poder expresar lo que siento y me hacen sentir más de contínuo porque aunque diga que no me pasan cosas siempre hay algo que pasa, reconfiando en que nunca vuelva a poner en juego la confiaza sembrada con calmas y vientos y recogida en tormentas de abrazos y tempestades de amor y reconfiando en que me creas y confies en mi mirada roja por el frio y por las lágrimas, por el miedo a que no te des cuenta de que aun con mis innumerables defectos y escasas virtudes solo mis ojos se detienen en ti, esperando no fallar más y contarte cada alegría, cada pena, cada ilusión y cada palabra, reconfiando en todo ello, retomo la tinta y el papel electrónico poco después de querer prescindir de algo que me complementa y de algo de lo que te gusta.

Reconfío en que lo leas y te guste.
Reconfío en que cada día me descubras un poco más... aunque te avise de mis líneas...

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Vuelvo a cantar la misma canción que canté ayer.
Vuelvo a sentir dentro de mi la ansiedad
de quien no puede alzar la voz por terquedad,
necesitando cambiar.
Y solo nos queda admitir que en el error
vive la premisa para mejorar.
Solo nos queda esperar que el reloj decida continuar.
Cuando no tienes por que mentir,
las verdades se acercan a ti y te abrazan.
Y caminas con la sinceridad, y las dudas te dejan pasar,
y las pasas. ...
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Las Rebajas, Ese Momento...

Viernes 8 de enero de 2010.
20.15, hora zulú.

- Bueno, y qué te apetece hacer hoy?
- Podríamos ir al centro comercial, que hace mucho frío y allí se está calentito...
- Vale...

Pero de pronto un sudor frío te recorre la espalda y tú, que irremediablemente ya has tomado la ruta del centro comercial, frenas un poquito y dices :

- Pero no querrás ir a las rebajas, no?
- Porfiii, un poquito solo...

No te preocupes, hay más allí como tú. Pocas "mujeres-florero" nos podemos encontrar ya, tan sólo las que lo quieren ser de verdad, pero hay una especie que no se extingue : los "hombres-perchero". No eres el único. Los puedes encontrar en ese Doñana del "hombre-perchero" que son las tiendas de ropa.

Ellas entran y soban todas y cada una de las prendas, prácticamente sin distinguir entre colores y modelos. Lo apartan, buscan, rebuscan y palpan con ese gestito cogiendo un trozo de tejido con 3 deditos y frotándolo entre sí.
Ellas -más avanzadas que los hombres- han sido, son y serán siempre digitales (en contraposición a nosotros que hemos sido, somos y seguiremos siendo, algunos irremediablemente, siempre manuales) parece que pueden decidir con el gesto anterior qué prenda es la que va a ser la elegida para enfundarse.

Y tu, que estás allí comprobando cómo la membrana de los deditos procesa miles de prendas en un corto espacio de tiempo, ves a otros similares como tu : misma cara, mismo arrastrar de pies, misma respuesta cuando te preguntan si te aburres (- te aburres cari? - psssss....) y misma ocupación de extremidades : brazo derecho con el abrigo de la compañera gastosa y brazo izquierdo con la ropa que o bien ya ha elegido como presa o bien que ya ha elegido para probarse.

Piden tu opinión pero saben perfectamente que "todo te queda bien, mi amor...". Y se quejan : "te he traido para que me des tu opinión, si no para qué vienes?".Tu piensas que no querías ir y que, además, las has llevado tu... pero todo es según cómo se mire : ellas te han llevado.
Y, por supuesto, absolutamente nadie, ningún "hombre-perchero" sería capaz en condiciones óptimas de salud mental de dar ciertas opiniones, salvo que aprecie poco su vida.

Cuando se cansan de ver para ellas, empiezan a mirar para tí. Tu insistes en que no, que no quieres que se gasten dinero en tí, que no hace falta... pero miran : "que sí, que necesitas dos camisas. Toca, toca, a ti te parecen los mismos tejidos??" Pero tu con 3 deditos no (sueles) hacer nada, así que te parece todo igual.
Cuando por fin las convences de que no quieres las camisas, que tienes tropecientas en el armario y que no piensas entrar al probador a desnudarte y hacer pases de modelos, con el frio que hace, por Dios, y lo calentito que estás ahi, en el limbo de los sueters, las dejan en cualquier lugar, poniendo mala cara porque no han satisfecho las ansias de vestirse ellas y, lo que ansían más, vestirte a tí (muchos hombres darían toda su fortuna por encontrar una mujer que no les quisiera vestir, sino todo lo contrario...).

Por fin parece que todo ha acabado. Ella ha mirado para ella y ha mirado para tí. La sed de rebajas ha concluido... pero no. En la cola, te encuentras a unos conocidos y la conversación es esta :

- Uy, que tal? Ya has empezado las compras?
- Si, pero este es mi primer día, ayer no pude venir...
Y tu sabes que estás perdido. Que ha dicho "primer día", lo cual implica que no va a ser el último.
Echas la vista atrás y te despides de tus congéneres... hasta el siguiente día.

Cuando ya abandonas el recinto, ella te abraza y te dice : cari, te compensaré por esto...
Y a ti se te olvida todo y piensas en cómo te va a compensar...

Pero eso ya es otra historia...


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Tenías el vestido más horrible de todo el tendido,
y trataba de llamarte la atención de algún modo oportuno.
Pero tú sólo tenías ojos para el joven matador de toros,
el tercio de los sueños ya se había terminado para mi...
No me digas que es muy pronto,
son las 7 de la tarde aquí en España.
No me extraña que seas así y te rías de mi otra vez...
No me tengas piedad porque soy de verdad
y me puede hacer mal...
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Acción!

Silencio, se rueda. ¿Prevenidos? 3, 2, 1,... Acción!

Se abre el telón.

Aparece un blog, un poco abandonado por el tiempo, con alguna telaraña por limpiar pero con historias pasadas dignas del recuerdo.
Entra en escena un hombre con traje negro, chaleco y corbata burdeos sin tiempo para nada más que golpear los números de un teclado, olvidando las letras que antes inspiraban situaciones y donde peligrosamente se instala la rutina, la confianza y el conformismo.
Según discurre la función, pasan las nubes, la lluvia, el viento, las flores, el sol,... pero el paso del tiempo poco cambia las cosas. Ningun avance, todo por hacer y por conseguir.
El hombre se detiene y mira al patio de butacas. Parece que hay buena acojida. Sonríe y se gira, confiado del éxito. Se vuelve de nuevo... y solo asientos vacíos reservados con etiquetas.
Muchos nombres pero pocas personas. Si acaso, al fondo, algunas tímidas perdidas en la distancia pero ni rastro de la primera fila.
Será que llegan tarde? Será que no se dieron cuenta del estreno? Será que la obra no es buena? Será que se prefiere la vida social en macroencuentros a veladas íntimas y escénicas?
Todo puede ser en estos tiempos que corren, donde se nos dan facilidades para hacer el amor pero no para sentirlo en todo su esplendor, conservarlo y aumentarlo.

Habrá más pases y más funciones. Quizá las telarañas desaparezcan y las personas cubran aunque sólo sea la primera fila y no se pierdan en la sombra de la distancia.
Quizá se enteren del estreno y no haya que iluminar la escena con focos multicolores, sino con simples velas que nunca se consumen si estamos siempre pendientes de la llama.

Se cierra el telón.

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Siempre es la misma función, el mismo espectador,
el mismo teatro en el que tantas veces actuó.
Y perder la razón en un juego tan real
quizás fuera un error...
Cúrame esta herida, por favor...
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