El Día Después

Después del día post concierto y de recuperar el cuerpo y la voz del ajetreo de 2 horas "y pico" dando saltos y cantando había que seguir disfrutando del fin de semana. Para ello lo mejor es salir a tomar unos pinchos con la compañía que nos honró en el concierto salmantino más algun otro amigo que hizo el tiempo más entretenido con sus chistes, historias y recuerdos.
Pichos compartidos entre baloncesto femenino (chicas, estuvísteis a punto), música buena, conversaciones sobre Uruguay y los 12 segundos que tarda el faro de Jorge Drexler en volver a alumbrar a los barcos que llegan desde el Atlántico y visiones de chicas que se dejan el tanga demasiado bajo o que sencillamente no lo tienen.
Más adelante, casetas. Con más amigos de amigos que enseguida congenian y se unen para pasar buenos momentos. Sidra con escanciadores de lujo que no derraman ni una gota de los 4 euros (más uno de fianza) que nos enmanzanan el cuerpo. Se nos pasó el tiempo volando y rápido se llegó la hora del cierre casetil asi que nos fuimos con la marcha a otra parte a seguir con la animación... y lo conseguimos. Tres muchachos (dos muchachas y un mozo) se unieron levemente a nosotros pues vinieron de Zaragoza al concierto de Andres. Fotos hay del encuentro, aunque una de ellas tenía fijación con la copa de Eva y en varias ocasiones tuve que hacer de guardián del templo para que no le "mangara" el líquido tesoro. Cuando decidimos cambiar de local les invitamos a venir con nosotros y con un ligero "sí, ahora vamos" entendimos que no iban a ir. Igual sólo querían la copa...
Y finalmente... más gente. Llegó Nata con los extras del fin de semana pasado en las casetas. Esos muchachos transmiten buen humor y parecen gente maja. Brindamos con ellos, nos hicimos más fotos (muchas muchas) y finalmente acoplamos durante un tiempo a 3 chicas bilbainas, una de ellas más "salerosa" que las otras y que se atrevió (pobre ilusa) a acercarse un poco más con la consecuente sesión de fotos, brindis y lanzamiento de fichas ritual.

Gran noche del día después, gran compañía y grandes recuerdos que quedarán. Una vez más gracias a Rosa y Eva por mejorar con su presencia el fin de semana. Aunque se tengan que ir, esperamos que vuelvan pronto.

Nos volveremos a ver porque siempre hay un regreso...