Premios 20Blogs

7.9.06

Distancias

Ya tenía mono, lo reconozco. Llevaba un día entero sin escribir por causas ajenas a mi voluntad (como dicen en la tele cuando se interrumpe la programación), ya que mis obligaciones laborales me impidieron sacar un ratito para pensar detenidamente las palabras o mejor dicho no pensarlas porque si no es peor y elaborar mi habitual delirio.
Me gustó como acabó el día, tanto en la mañana, como en la tarde y también por la noche. Entre medias lo de siempre : despacho, clientes, prisas, estrés, teléfono, visitas (alguna agradable como la de Cristina que vino a regalarme cosas útiles de oficina), numeros y letras.

El final de la mañana acabó bien porque fui a visitar a una buena amiga y mejor persona. Nos conocemos desde hace mucho mucho tiempo pero ya nos vemos solamente de vez en cuando y casi siempre para tratar temas empresariales. Eramos miembros de la misma pandilla, nos lo pasabamos bien todos juntos y cuando ahora nos vemos, recordamos esos tiempos que no sé si serán mejores pero que por lo menos nos arrancan una sonrisa.
Es curioso : cuando salíamos en pandilla ella era la única "desemparejada" del grupo ; en la actualidad, todos estamos "desemparejados" y ella se casó hace algo más de 2 meses.
Teníamos muy buena relación pero las circunstancias cambian y ella se distanció. Siempre la distancia, que acaba por enfriar las cosas y luego hace que nos veamos muy de vez en cuando y que nos tengamos que contar casi todas las cosas pues ya no las vivimos juntos como hacíamos antes. Igual si eran tiempos mejores...

Por la tarde, el final habitual. Siempre digo que salgo antes pero... siempre llego tarde. Un día no me van a aguantar más mis retrasos pero... que le vamos a hacer. Mi gran amigo dice que si en vez de quedar con él quedara con una "ella" no llegaría tarde. Tiene razón.
Teníamos pensado inaugurar la temporada de casetas de pinchos que ponen todos los años por las Ferias y Fiestas de Salamanca (comienzan mañana) pero aún no estaban montadas del todo asi que... no fuimos a las casetas pero no perdonamos los pinchos. Gran costumbre esta la de los pinchos y fotos pues te permite hablar sobre cosas "de verdad", reirte, aconsejar y sobre todo desconectar de lo que tenemos cada uno encima, que es importante. Esta vez sólo fueron pinchos ; la foto para otra ocasión. La humanidad lo agradecerá.

De vuelta a casa, al ir a coger el coche me paró una señora y me enseñaba un movil. Me decía que necesitaba llamar a su hija pero que no sabía como desbloquear el "jodío aparato". Yo, como presidente de honor de la ONG Sergios sin Fronteras, se lo desbloquee y ella tan contenta me lo agradeció con dos besos. La noche presentía que acabaría bien. Si es que soy mas majo...
Ya en casa, después de bloquear mis teléfonos y silenciarlos por si acaso a alguien se le ocurria llamar para algun tema que a esas horas no procede, me dediqué a revisar mi correo y ver si alguien tenía la osadía de aguantarme y darme conversación hasta la hora en la que el cansancio te pasa factura y te vas a la cama. Habitualmente suele haber quien me aguante (o al menos eso creo, que me aguantan).
Como supuse, la noche terminó bien, al menos recordando una frase bonita con la que pensar que ojalá se pudieran acortar todas las distancias de esa forma : La distancia más grande entre tu y yo, que sea un beso.
En realidad la frase no es así exactamente. No importa. A mi me alcanza. Tampoco iba dirigida a mi expresamente. No Importa. Me sigue alcanzando.

Qué bien se estaría a esa distancia, la justa para vivir. No se alejen más de eso. Querrámonos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El Troncho si no kiere k la espera sea interminable k se opere yaaaaaaaaaaa:P