Barras De Bar

Después de un par de días sin poder ejercer mi derecho constitucional a la libertad de expresión (es bromita, no te me enfades jejejej) retomo otra vez mis escritos intentando, como siempre, dotarlos de buen sentido del humor aunque alguna vez sea negro.
Y de color negro empezó el día... pero solo en la vestimenta. Eligiendo la ropa que ponerme hoy, decidí combinar una camisa azul de cuadros con un traje negro y corbata azul. Después de la ducha reparadora de la mañana y dispuesto a salir a desayunar me encontré con mi madre. Como a todas las madres recién entran por maternidad les entregan un bonito manual sobre comentarios hacia sus hijos, mi madre utilizó el de la página 2, capítulo 3 : meterse con la vestimenta del hijo. Me miró de arriba a abajo y me soltó un : "Hijo, pareces Ortega Cano, todo de oscuro".
Tras ese comentario fui a mi habitación como una ola y me cambié... la corbata. Me daba mucha pereza desnudarme (tranquilas, chicas, que las palabras pereza y desnudar las utilizo poco en mis frases).
A mi me gusta siempre intentar ir elegante y bien vestido, siempre acorde para la ocasión. Parece que así, si te ven con buen aspecto te hacen más caso y te atienden mejor en los sitios... o en casi todos.
Esta regla no es aplicable, por ejemplo, en las barras de los bares. En las barras funciona la regla de los sexos (ahora no me estoy refiriendo a las barras americanas ehhh). Me explico. A todos nos ha pasado que hemos pedido a nuestras amigas, novias, mujeres, amantes o apaños que pidieran mejor ellas en la barra pues serían atendidas antes. Y eso más o menos nos pasó ayer.
Apoyados en la barra de un bar estábamos y nos disponíamos a pedir nuestra consumición. Cuando el camarero que nos tocó en suerte se acercó, le dijimos lo que queríamos y nos soltó un "ahora vengo". Yo creo que ese "vengo" no era del verbo "venir", sino que era de verbo "vengar", venganza porque no eramos un par de tías que le alegraran la vista y la noche. Esperando a ver si el gilibarman nos servía, se acercaron un par de mujeres bien guapas, con su sonrisa, sus faldas y sus airbags de serie todo incluido. Pidieron pero esta vez el hormonado camarero no les dijo que esperarán un minutito, que se le estaba quemando el lomo. Les puso las bebidas inmediatamente.
Nosotros, estupefactos, comprobamos en primera persona la discriminación (positiva, que la llaman ahora) de la que habíamos sido objeto. Otro camarero, seguramente menos necesitado nos sirvió pero el daño ya estaba hecho. Cuando el paji-sirviente se nos volvió a acercar le dijimos que "que pasa, que como no tenemos dos protuberancias frontales no nos atiendes a nosotros primero, no?". Al pobre, que solo le faltaba la baba cayendole por un lado del labio, con una sonrisa boba nos dijo : "claro, y vosotros hubierais hecho lo mismo".
Hablando con Ojos Negros (gracias por la autorización), me comentaba que "alguna ventaja hay que tener por ser mujer". Yo voy más allá : las mujeres siempre tienen ventaja pues ellas tienen el poder de conseguir siempre todo lo que quieren. Demostrado.
Y no me extraña, pues son mas inteligentes que nosotros... y también más listas (que no es lo mismo ni es igual, igual que no es lo mismo estar dormido que estar durmiendo o estar jodido que estar jodiendo).

Salmonas del mundo!! Vosotras teneis el poder. En la barra del bar... y en todo.