De Ferias

Día 8 de Septiembre. Comienzan las Ferias y Fiestas de Salamanca. En realidad comenzaron ayer, con el espectáculo de los fuegos artificiales que siempre se organiza a la orilla del río y que se puede ver en casi cualquier punto de la ciudad. Yo lo vi mientras iba con el coche a casa y con ello se dan por inauguradas las fiestas.
A mi nunca me apasionaron estas fiestas ni las ferias. Este año sí. En realidad lo único que hay que saber de las Ferias y Fiestas de este año es que el día 15 de Septiembre vendrá el genial Andrés Calamaro junto con el no menos bueno (aunque inferior) Ariel Rot dentro de su gira "Dos Rodriguez". Llevo esperando 27 años el momento de ver actuar en directo y a solo unos metros al gran Andrelo y ESTA VEZ nada ni nadie lo va a impedir. El pasado 27 de mayo actuaron en Valladolid pero esa vez no pude/quise ir. Como él diría, preferí otro polvo que ofrecían por ahí y elegí tirando una moneda al aire ; pensé que había salido cara pero en realidad en esa cara había una cruz escondida y la moneda terminó en el suelo por el lado de la soledad. Tiempos pasados, de los que no son mejores sino de los que son olvidables y así están.
Para mí ESE es el día de las Ferias. Aunque también hay otras cosas buenas. Y esas cosas buenas tienen un nombre : CASETAS.
Las ponen en diferentes puntos de la ciudad y de su montaje se encargan los bares (mucho) que nos alegran la vida. Es un placer tomarse las cañitas y los pinchos en plena calle, disfrutando, apoyandose en la barra y viendo pasar la gente. Se ve de todo, y eso que las inauguraron ayer : desde un camarero tirafichas a guiris que al final solo le bebieron y no "le comieron" nada, hasta un guitarrista improvisado sin guitarra (menos mal que hacía el gesto de tocar, que si no no sé que hubiera sido de la música de las casetas) y pasando por una señora de media-avanzada edad que bailaba descontrolada en plena calle y ante la mirada "a-tontita" de su marido (o amante bandido).
La gente no debería beber aunque no sería tan divertido pues no tendría tantas historias para contar. Deberían dejar el alcohol... pero que se acuerden de dónde lo dejan.

Hoy volveremos a la carga, quedan muchas casetas por visitar e historias que contar. Prometo hacerlo.

Atención pido al silencio y silencio a la atención que voy en esta ocasión, si me ayuda la memoria, a mostrarles que a mi historia le faltaba lo mejor.