Mi sentido de la orientación es nulo.
Voy mejorando pero me gustaría contar los kilómetros que hago de más en un año cuando voy caminando de un sitio a otro o el ahorro de gasolina que supondría tener una mejor visión de las direcciones y los destinos cuando voy con el coche.
Tengo que hacérmelo mirar porque no es cuestión de un día salir de cenar y dar vueltas por la ciudad no para dar un paseo o tomar el aire después de una segunda botella de vino, sino para buscar el vehículo en cuestión. Quizá por eso no me gusta conducir... porque o bien no encuentro el coche o bien no llego al sitio siempre por el camino más recto.
Andando tampoco tengo estrella orientándome. Desde el sitio A al sitio B nunca llego recto. Siempre paso primero por C, me puedo desviar hasta W y acabar (creyendo) atajando por H. Llego, si. Pero mucho después... Sobre todo si voy solo. O si acompañado me dejan a mi decidir.
Mejor orientarme acompañado. Orientarme tanto espacialmente como personal y emocionalmente. Todas las orientaciones las tengo que mejorar y algunas, ya mejoradas, han costado y no hubieran sido posible sin ayuda.
Acelerar cuando hay que acelerar. Frenar cuando las cosas lo requieren. Rodear si es preciso para entender mejor la ruta. Ir directo cuando ya no hay obstáculos.
Mi sentido de la orientación mejora. El camino, la senda, va siendo guiada magistralmente.
Además, eso me hace ser mejor persona...
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Andaba medio perdido, ya no sabía que hacer,
sin trabajo, sin amigos, sin nada para beber...
Amontonaba problemas, no podía resolver
ese ritmo cuesta abajo cuando la vi aparecer.
Y entonces dije : "ayudeme, señorita, ayudeme por favor..."
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