Retraso

Desde el lunes 28, fecha de mi último escrito, no he tenido tiempo casi ni para respirar.
Bueno, miento. He tenido tiempo para casi todas las cosas que yo considero importantes.
Ya lo saben : primero Dios y después los santos...

Pero para escribir, aunque es una de las cosas que me ayudan a vivir porque así descargo y me desahogo, no encontraba la calma, los 10 minutos a los que me refería en el anterior desvarío.
Es curioso porque justo el día que pongo que pretendo escribir y torturales todos los días que queden hasta que se termine el año, dejo de escribir.
No es que me haya arrepentido. Muchos de ustedes habrán respirado tranquilos sin tener que soportarme más ni a mi, ni mis historias ni mis coletillas... Pero no, aquí vuelvo a cumplir mi(s) palabra(s).

Les tengo que contar mi apasionante (nótese la ironía) visita al dentista del lunes para mi habitual limpieza bucal, revisión y examen dental y apreciaciones sobre el pH de mi saliva, definitivamente inocuo para otras cavidades y/o mucosas que no sean mi propia fauz.

También les tengo que relatar cómo el funcionariado femenino de este país funciona por sonrisas y afinidades y que siendo agradable puedes lograr que una especie aparentemente amargada como es el funcionario (motivos, los pobres, tienen ya que no tienen demasiada chispa en sus vidas...) puede convertirse en aliada en situaciones límites.

Obviamente, tengo que responder como se merece a Rafa, nuevo amigo salmón, lector y seguidor del blog que se ha acercado a este río a compartir y a mejorar, siempre con lecturas amables, este espacio. Es un gusto y un privilegio, amigo.

Y por supuesto, tengo que centrarme en la propuesta de recordatorio, aunque algunos nunca la recordamos ya que no la olvidamos, de mi querida Patus para conmemorar un 10 de Julio que nunca tendría que haber llegado.

No soy hombre de promesas incumplidas, así que ya irán viendo todas estas cosas atrasadas.
Perdón por no privarles de ellas, pero serán grandes historias para contar... (Lo siento querida K., esta coletilla ya forma parte de este blog y gana por goleada la gente a la que le gusta a la que no le gusta...)

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Me arrastraste por el suelo y ahora soy tu prisionero,
que alguien llame a un experto que calme este incendio,
que apague este fuego...
Me dijiste "no te quiero" sin darle casi importancia,
yo me derrumbé con elegancia mientras tu fumabas
quemándome el sombrero...
Me tiraste en el suelo para cazar tiburones,
yo pensaba que en mi tumba nunca faltarían flores...
Me dijiste "no te quiero" y disfrutaste la venganza,
yo pasé toda la noche bailando la zamba sin esperanza...
Y ahora cargo con resignación estas plegarias no atendidas,
pero de qué sirve rezar si nunca aprendí a decir "amen".
Tengo la cabeza llena de promesas incumplidas,
cómo duele recordar las promesas de ayer...
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