ITV

"Deberían comprobar el aire, el aceite y el agua", le dije al hombre que estaba en la oficina revisando mi documentación.

"Pero no, no haga la ficha del coche... estaba refiriéndome a mi...". Su ausencia del sentido del humor puede que fuera provocada por las largas horas que ya llevaba imprimiendo fichas técnicas de vehículos. No se inmutó e imprimío la ficha. "Póngase a la cola", me dijo. Y yo obedecí.

Una hora y media más tarde, ya había un veredicto sobre la "salud" de mi coche : perfecto, salvo leves retoques...
Entonces es cuando recordé aquello que se dice que un coche es como la extensión del hombre, de su virilidad. El coche de un hombre tiene que ser la imagen de lo que el hombre es. Dicen...

Mi coche es blanco... cuando no está comido por la mierda que es el 99% del tiempo. No soy de esos hombres que se levantan los domingos por la mañana, se enfundan su chandal (!!!) y se van a lavar el coche, encerarlo, aspirarlo, retocar los pequeños arañazos, abrrillantar el salpicadero y perfumar los asientos. Para nada. Yo el domingo por la mañana prefiero hacer cosas mucho más saludables y que me reporten bienestar interior como salir a tomar un vinito y un pincho o leer el PRONTO. En un alarde de imaginación, decidí bautizar a mi coche como "el blankito". No sé que hubiera pasado si me hubieran encargado buscar un nombre para la Capilla Sixtina... Seguramente se hubiera llamado "Iglesia con pinturas por todos lados"...
En este aspecto, mi coche no es el espejo de mi. Yo no estoy sucio el 99% del tiempo, ya que acudo a la cita con la ducha casi cada mes... con lo cual ya es una diferencia importante sobre el vehículo.

Del espejo retrovisor cuelga un muñeco. Un oso de peluche sostenido por un hilo. Obviamente también bauticé al adorno. Lo adivinan? Se llama Saddam. Creo que sobran las explicaciones...
En este apartado me van a permitir que obvie compararme con el coche, puesto que no quiero herir sensibilidades de lectores/as detallando mis "colgantes", especialmente las sensibilidades femeninas para evitar posibles colas de mujeres con las hormonas en ebullición interesadas o con curiosidad por ver lo que me cuelga a mi...

Parece que todos los líquidos estaban bien y las emisiones de gases controladas. En este sentido, la comparación es positiva pues creo tener regulados todos los humores de mi organismo y el control de gases nocivos es positivo. Otros gases, mucho más nobles, si que están un poco elevados debido a la efervescencia primaveral-veraniega. Algunos de ellos pretenden quedarse y apuntan a gastritis, incluso...

El acelerador, embrague y motor no presentaban ninguna salvedad pues todo funcionaba y cumplía su cometido. La comparación con la aceleración es correcta pues yo no tengo problema en pisar cuando hay que pisar y levantar cuando hay que levantar. Lo de embragar no lo llevo bien porque es ir contra mi naturaleza y mis pensamientos de desembragar siempre que sea posible. Mi motor funciona perfectamente y está engrasado a conciencia para no detenerse ni tan siquiera en festivos.

No hicieron mención alguna a la carrocería y chapa y pintura del vehículo. No vieron nada que no fuera un vehículo robusto, capaz de absorber algunos golpes y con una apariencia saludable. Mi ITV personal también sería un éxito en ese aspecto ya que las 2 horas diarias que paso en el gimnasio (Véanse los capítulos de la serie "Salmon Sport") hacen que mi carrocería nada tenga que envidiar a otras de mejor gama.

La única salvedad fueron los frenos, pero no porque estuvieran mal, sino sus indicadores. Es decir, las luces. Mi coche frena estupendamente pero cuando va a indicar esa reducción en la velocidad, no se ve. Tan sólo funciona una luz.
A mi me pasa algo muy parecido. A veces mi luz no se enciende cuando freno y el no indicarlo puede ser perjudicial. Aunque también es cierto que una vez cogida velocidad no me gusta frenar y prefiero que sea el camino quien reduzca la marcha si hay obstáculos o se siga un ritmo que permita seguir.
Si mi máquina es veloz, es porque pienso en llegar.

Hubiera sido más barato que me hubieran revisado a mi, aunque a pesar de estar tremendamente bien hecho, tan solo tengo unos leves retoques obligatorios en mi, por otra parte, espectacular anatomía.

Nunca se conoce el coche de un tanto como cuando tiene que pasar una revisión a fondo y aún así hay aspectos de él desconocidos... y desaprovechados...
Si en realidad el coche es la prolongación del hombre y hay aspectos desconocidos y desaprovechados, habrá que ponerle remedio a ambas cosas...

Pero esa ya será otra historia...

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Acelera un poco más
porque me quedo tonto y vamos muy lentos.
Y acelera un poco más,
corre más que el veneno que llevo dentro.
Y acelera un poco más,
ahoga en tu Laguna el pedal de freno.
Y acelera un poco más.
Cómo?... déjame que piense..
¡qué el pensamiento!...
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