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28.5.10

Estados

Yo, si no toco, no creo.

Necesito algo real, algo físico, un aspecto tangible que de apariencia a las sensaciones, algo que palpar tanto en el espacio como en el tiempo.

Sucede que en esta etapa gaseosa de mi existencia, etérea, volátil, donde lo físico se hace esperar y se convierte en un derroche de imaginación, uno aprende que a veces el estado sólido no es lo más importante al principio.
Uno puede cerrar los ojos y, sin embargo, sentir cosas que no se pueden tocar (no estoy pre-hombre, no piensen algun@s salmon@s peceriles que estoy anunciando algún producto...). Si puedes abrir los ojos y ver la materializacion real en cuerpo y mente, mucho mejor.

Cuando se han tenido problemas y se ha pasado mal, hay que estar preparados siempre para mucho menos. Derrotas y desencantos pasados no suponen fracasos futuros pero fomentan miedos al más allá, al paso siguiente, a que la corriente arrastre.
Si se deja pasar el tiempo a la espera de que todo suelde, lo único que pasará es eso, el tiempo. Ahora bien, si se aplican unas dosis de emoción y de persistencia el muro invisible que rodea los estados gaseosos caerá y podrá producirse una sublimación inversa donde el gas se transforme en sólido directamente.

Mucho mejor que el gas se transforme primero en sólido para que haya materia con la que complementar las sensaciones, para seguir el curso natural de algunas cosas, para que haya una fusión física necesaria para determinar lo que pase desde ese momento en adelante.
A partir de ahí, lo táctil, lo tangible jugará un papel importante, acompañado de las emociones para que el estado vuelva a cambiar y se transforme en líquido.

Será el momento en el que la humedad impondrá su ley...

Pero esa ya será otra historia...


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Una noche de resaca al tratar de despertar
noté que por el ombligo me empezaba a desinflar,
que mi cuerpo se arrugaba como un papel vegetal
e iba pasando, qué curioso, al estado gaseoso.
Y tras la metamorfosis me sentí mucho mejor,
era un aire gris oscuro con bastante polución.
Se notaba, en cualquier caso, que era aire de ciudad
que si bien no es el más sano lo prefiere el ser humano.
Como yo soy muy consciente hasta en esta situación
decidí ser consecuente con mi nueva dimensión,
y probé a ser respirado por la que duerme a mi lado.
Sin entrar en pormenores, yo sé hacer cosas mejores.
Como no me satisfizo la experiencia sexual
se me inflaron los vapores, me convertí en huracán,
di unas tres o cuatro vueltas y a la quinta me cansé.
Este cuarto es muy pequeño para las cosas que sueño...
Aire, soñé por un momento que era aire,
oxígeno, nitrógeno y argón sin forma definida ni color.
Fui aire volador...
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7 comentarios:

El secreto de la tortuga dijo...

Interesante esto de los estados gaseosos...

La persistencia del muro, no depende del otro, de como nade, de qué dirección coja. Cada pez tendrá su pecera, su espacio, su momento.

Los muros sólo se derriban si el pez dueño del muro, quiere o no quiere derribarlo, lo primero será pregúntarlo.

El pez espéctador, permanece al otro lado de la pecera, viéndolas llover y posteriormente secar...

Pero eso es un secreto...

El Salmón dijo...

Tortuga, interesante reflexión...

Efectivamente, el muro depende de todo eso y de mucho menos...
Lo de preguntar es más complicado, debido a la poca tolerancia a las respuestas negativas de este salmón, pero por ahí se pueden intuir cosas...

En este caso, la pecera no se ve desde afuera, sino que como mucho son peceras contíguas y transparentes.

Estamos mojados. Nos secaremos...

Pero esa ya será otra historia...

El Salmón dijo...

Por cierto... Quién eres??

Mmmmm... mi intuición salmónida indica que puede tener una ligera idea pero... no me atrevería a asegurarlo...

Identifíquese, Tortuga. Una inicial suya bastará para saberlo...

El secreto de la tortuga dijo...

Soy la tortuga que salvó a Dory de las medusas..

Te ví salmón hace tiempo, pensé que te habías ido, ya veo que has vuelto...

Sigue en la corriente, aunque no sepas dónde te lleva. Pero fíjate en los carteles con lupa, sabrás cuál es el camino correcto, los salmones cuando quieren son muy listos...incluso cuando el mar está revuelto siempre hay ganancias de pescadores.

Sigue siendo ese salmón ESPECTADOR.

Pero eso es un secreto...

El Salmón dijo...

Solo fue por un momento que tuve dudas de que fueras tu...
He vuelto, si. Tú, que tienes información de primera aleta, sabrás que mi vuelta está bien motivada y con fuerza para remontar.

Sé donde me lleva la corriente ; sé donde quiero ir y sé que quiero llegar. Dejemos a los pescadores y sus ganancias, ellos utilizan anzuelos que acaban haciendo daño y desgarrando.
Lo importante no es el río, sino su habitante. Lo fundamental no es la pecera, sino quien la ocupa y tengo claro que la ganancia solo es cuestión de paciencia.

No puedo ser espectador, me lo impide mi naturaleza remontadora. Pero sí puedo estar espectante y ser paciente. En este caso no es una virtud, sino una obligación y un deseo...

Pero esa es otra historia, querida Tortuga...

P.S. Gracias por seguirme antes y, sobre todo, ahora... con todo lo que significa...

El secreto de la tortuga dijo...

Esta tortuga se aleja de esta corriente...me dedicaré a buscar y encontrar la mía.

Un placer leerte, sigue así,con o sin motivación, no dejes de escribir.

Seguiré en este diario salmón, como otras veces...

Pero eso siempre siempre será un secreto...

El Salmón dijo...

Tortuga... nos vemos en los ríos.

Ni se te ocurra alejarte demasiado... tus reflexiones siempre son útiles y van a ayudar, seguro.

Tu ya estás empapada de la filosofía salmón asi que... busca esa corriente y a remontar!

Besos!