Premios 20Blogs

5.8.10

Sin Depresión

Pues ya he regresado al "mundo real" después de una semana increible en la volcánica Tenerife.
Hay millones de anécdotas por contar porque 7 días salmónidos dan para mucho y para muchas escrituras pero estoy convenciendo a mi pececilla salmona para que me ayude, complemente y haga aportaciones a la redacción de esos post.

Permitanme pues que no escriba sobre esos días pasados al sol y entre parajes escarpados hasta que no tenga el OK de mi amada colaboradora para que me guíe en los recuerdos.

Lo que si haré es resumir en qué me han cambiado estos 7 días ya que, aunque parezca exagerado, mi percepción vital, que ya venía cambiando desde hace meses atrás, definitivamente se ha esclarecido bastante durante este retiro y me va a permitir fijar un camino que, aunque tenga dificultades y se antoje contracorriente, será grato recorrer.

1- Quien algo quiere, algo le cuesta. He estado esperando mucho este momento de poder disfrutar un poco más de todo lo que me gano a lo lago del año.
Me ha costado porque hasta este momento quizá no me lo he podido permitir... o quizá no sabía que me lo podía permitir. Cuestión de percepciones y de lo que te hagan sentir...

2- Si yo falto, no se acaba el mundo. Me ha cambiad la sensación de que si yo me ausento y no me entero de lo que pasa alrededor, las cosas van a ir mal.
Es un gran avance perder el miedo a no controlar absolutamente todo, a estar angustiado por lo que pueda suceder, quién pueda necesitarte o qué vas a tener que hacer.
El trabajo lo había realizado antes y con tiempo de sobra, con lo cual he tenido tiempo para mi, para hacer lo que yo quiero o necesito.
Y eso te cambia. Se es más feliz estando cada día un poco menos angustiado que el día anterior...

3- Primero Dios y después los Santos. Siempre intento aplicar esa máxima pero en estas vacaciones y a partir de ahora, será uno de los motores de mi vida, ahora que va cambiando a mejor.
Casi nunca lo que es importante para los demás lo es para uno mismo y, ni mucho menos, lo que es urgente para algunos lo es para tí, a pesar de que la importancia y las urgencias a veces "te den de comer".
El orden de prioridades va cambiando con el paso del tiempo hasta establecerse en las que son realmente acordes con la edad en la que vives.
Prioridad fundamental para los seres queridos y amados (que no es lo mismo unos que otros...). Darles y pasar tiempo con ellos. Tiempo de calidad, no las migajas.
Prioridad de organización de tiempo de trabajo para obtener más tiempo para mí y para esos seres queridos y amados. Tiempo efectivo y eficiente de trabajo. Reducción de interrupciones y aprender a decir NO (qué difícil es decir que no pero cuando aprendes descubres que puede ser mucho más productivo un NO que un SÍ que se de mal...
Prioridad de descanso justo y necesario. Te mata antes el no descansar que el no comer, así que una vez conocidas las virtudes de un descanso a tiempo, la aplicación del mismo casi a diario (como en estos momentos, que es mi "momento infusión" pero de calidad, bloqueando un tiempo para mi mismo y mis reflexiones) será una bendición para mi estado físico y mental y me permitirá envolver lo anterior : tener una mayor calidad de organización de trabajo para tener una mejor calidad de vida con mis seres queridos y amados...

4- Desconexión absoluta del mundo, tanto real como virtual. Sin teléfono (a excepción de las llamadas de rigor a la familia), sin televisión, sin Internet (a excepción de alguna escapada al twitter), sin messenger, sin correo electrónico.
Ni se imaginan el relax total, la ausencia de nervios y estres que supone dejar que haya todas las llamadas perdidas del mundo de la gente que, a pesar de que sabían que estabas de vacaciones, ha intentado contactar contigo.
Me negaba a restarle tiempo a mi vida privada para dedicarsela a otros, cuyas urgencias no eran las mías, que eran descansar y estar con mi salmona disfrutando.
Y no lo he echado de menos, con lo cual cada vez abriré menos mi sesión de messenger, los correos habituales los seguiré mandando (algunos son uno de los mejores momentos del día) y las redes sociales las iré frecuentando menos ya que todo lo que puedo necesitar se encuentra relativamente cerca y en un plano mucho más real...

5- Lo de que los polos opuestos se atraen es una milonga. Un verso. Una mentira que no hace nada más que extraños compañeros de cama, a veces de camino, y que hacen que cuando te des cuenta de ello hayas perdido un tiempo valioso encontrando complementos a tí mismo que no necesitas.
No necesito complementos. Necesito que quien esté a mi lado comparta mis valores, mis creencias, mis ilusiones y mi forma de ver la vida.
Que no nos miremos el uno al otro viendo qué podemos aportarnos, sino que sigamos la misma dirección y miremos hacia el mismo lugar, adelante y de la mano.
No hay nada mejor que estar con alguien que te de seguridad, que comparta absolutamente todo contigo, que piense como tu y que con tan solo una mirada o una sonrisa ya se sepa que está pensando el otro.
Es genial tener ese alma gemela, ese uno contra otro con el que jamás haya un momento de aburrimiento, que no haya silencios incómodos, que siempre haya cosas de las que hablar y que a pesar del cansancio no podamos parar de reir por cualquier anécdota. Esa persona que te agarre cuando te caes, que te suba cuando estas abajo, que se apoye junto a ti cuando quiere dormirse o que te busque cuando te alejas.
Por eso, sé que sin ella estas vacaciones no hubieran sido, no digo que ni tan siquiera iguales, sino que no hubieran sido, sin más.
Y sin ella, los puntos anteriores quizá nunca se hubieran despertado en mi...

Regreso con la vida cambiada...

Y sin depresión...

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