Al principio estaban así, como tímidos, como no queriendo mostrarse.
Les escuchaba, en medio de una maraña de fibras, ácido láctico y sangre : nooo, nooo, por qué nos haces esto con lo bien que estabamos así, relajados en la playa...
Pero los desayunos, comidas y cenas buffet es lo que tienen, que aunque la báscula indique que has adelgazado exactamente 600 gramos desde que te fuiste de vacaciones hasta el momento de regresar, los musculos que se habían esculpido a base de sudor fundamentalmente se habían tornado en una masa fofa alrededor de los huesos y aquellos incipientes abdominales que prometían dejar a Cristianu Runaldu a la altura de betún de Madeira desaparecían dando forma a una panza irregular "duro-blando-duro".
En el medio del desierto que supone un gimnasio en Agosto, una vez concluida la "operación bikini", que en algunas zonas playeras pasa a ser "operación braguita" debido al alto número de chicas en topless (a pesar de no haber mirado mucho, hay muchas que predican con el ejemplo del "libres domingos y domingas"), mis musculos volvieron a cobrar vida después de casi un mes sin aparecer por la cinta andadora, espalderas, pesas y piscina.
El reencuentro fue feliz ya que a pesar de estar solo y de pasar un cierto canguelo al entrar a un baño turco completamente a oscuras (tan solo faltaba que se me hubiera aparecido algun fantasma, la Duquesa de Alba o similares entes...), esta mañana no tenía ni una sola agujeta que lastrara mi portentosa anatomía.
Ahí se ven los resultados anteriores. El ejercicio realizado meses atrás me ha reforzado para poder tomarme un descanso y dedicarme a la pérdida y ganancia de calorías en otros menesteres sin que mi escultural figura se deformara demasiado.
Desde aquí puedo prometer y prometo no abandonarme demasiado y seguir teniendo una figura y forma física envidiable... que complemente a un interior tan atractivo e interesante como el que posee un servidor salmón.
Ya les iré contando mis progresos anatómicos. Esa será ya otra historia...
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