Queridos Reyes Magos...

Sí, ya sé que falta un mes justo para que vengan los Reyes pero yo me adelanto.
Para mí es uno de los mejores días del año. Me paso días pensando en el regalo apropiado para cada persona a la que quiero y los busco con detalle hasta encontrarlos o aproximarme a lo que les gustaría.
Y lo mejor es ver cuando los reciben... o imaginarmelo. Pocas veces no acerté ; en realidad sólo una y no merece la pena acordarse de ello porque solo dedico cada minuto de mi vida a los que están.
Me gusta regalar, me siento bien y me hace ilusión. Mucha más que me regalen, aunque a nadie le amarga un dulce.
Por eso mi carta a los Reyes Magos siempre está vacía. Siempre... menos esta vez. Esta vez les voy a pedir algo pero algo facil (ya saben que soy de gustos sencillos).
Les quiero pedir que lo dejen todo tal y como está, que hagan lo posible porque siga recibiendo sonrisas y que la mía cruce mi cara, que se esfuercen en que mantenga la felicidad que tengo de un tiempo a esta parte, que me hagan el favor de concederme que todo siga como hasta ahora, aunque cada vez un poco mejor.
No necesito nada más. Nada material. Nada para colocar en un cajón, llevar en un bolsillo o enseñar. Sólo lo que pueda sentir y que siga teniendo al lado lo que yo llamo "mis necesidades básicas".
Por eso, queridos Reyes Magos, ni tan siquiera carbón intenten trareme, aunque a veces lo merezca. Tan sólo ayudenme a que no tengan que traerlo nunca.

No sé si he sido un niño bueno o malo este año, de todo habrá habido pero solo pido eso.
A que no es dificil de conceder?