Una De Vicios : Los Libros

Últimamente soy adicto a tan pocas cosas que voy a empezar a preocuparme seriamente.
No es que sea un vicioso de alguna o muchas cosas en particular pero antes si que mantenía ciertos vicios que, aparte de caros, eran insanos.
A partir de cierta fecha y cierto momento abandoné un vicio que no es un vicio en sí porque no creo que se pudiera catalogar como tal. Pero si que parecía que si uno salia por ahi tenía que acabar bebiéndose hasta el agua de los floreros para pasarla bien. Nada más lejos de la realidad. Aparte de destinar el valioso dinero que costaban las copas a otros fines que pueden permitir un cierto asentamiento y desahogo en ciertas parecelas economicas, he contribuido a que mi salud haya mejorado sensiblemente : nada de molestias estomacales sabado-domingueras. Nada de "no me hables alto que me estalla la cabeza" y nada de efectos gominas indeseados.
Ahora no paso de la cerveza o vino, dandome algún que otro capricho con algunas marcas, sabores y denominaciones especiales.
Atrás quedó el vodka, el tequila, la absenta y cuantos licores han filtrado mis riñones y soportado mi hígado. Un vicio caro menos.

Y del faso también paso. Si acaso alguno esporádico, consumido más por los nervios de alguna situación que por las ganas de llenarme los pulmones con malos aires.
Aparte, no los fumaba ni enteros asi que a la vez que me agujereaba la salud también lo hacía con mis bolsillos.

Ahora procuro cultivar otro tipo de vicios, como disfrutar de algunas presencias y esencias a las que sí soy adicto o recuperar viejas costumbres que, dependiendo del noble material se convierten en vicios.
Una de esas viejas costumbres son los libros.

Durante un tiempo perdí el hábito de leer, atrapado por otras actividades noctunas que si bien eran agradables al final si que constituyeron una verdadera adicción. En vez de leer páginas de un libro, consumía horas frente a una pantalla de ordenador leyendo conversaciones con gente con la que ya había conversado o a veces ni siquiera eso
, a veces mirando solamente la pantalla viendo quién está o quién podría estar.

Afortunadamente eso pasó y recuperé el hábito. Y como yo soy una persona exagerada en muchas facetas de mi vida, también lo soy para la lectura.
En mi casa hay multitud de libros y raro es el que no haya leido alguna vez o varias pero sin duda hay en la actualidad varios que me tienen atrapado.

Uno es el libro de Alejando Jodorowsky "Psicomagia". Tengo que decir sin ningún tipo de reparos que ese tipo es la ostia. Para hacer el libro, que está en formato de entrevista, Alejandro no contestó las preguntas, sino que primero respondió y una vez que él habló, a lo que había dicho se le añadieron esos interrogantes. Merece la pena seguirlo, aunque es algo complicado pero el gran sentido del humor y las verdades para hacer la vida mejor que ahí se cuentan merecen la pena.

Y otros, y digo otros porque son varios, son los que me estoy devorando de una colección de crímenes de la historia negra de España. Salgo a libro por día. Después de comer, me meto con ellos y de la mitad de las páginas del libro no bajo. Y por las noches antes de dormir como un corderito, la otra mitad.
Realmente te atrapan. A mi, que me gustan todas esas cosas del misterio y de los crímenes, me tienen completamente absorbido. Muchas de las historias, mas o menos famosas, me las sé de memoria pero otras de las que no había oido hablar me han calado hondo y me han hecho pensar en que cualquiera de nosotros puede tener un criminal dentro. Aparentemente todas esas personas eran normales y...

Pero sin duda lo mejor es lo mucho que me gusta contar que tengo el vicio de los libros y de leer y ver como gente que comparte conmigo muchas cosas también comparte conmigo esta afición que crea adicción.

Los libros son una de las mejores cosas que existen y uno de los mejores entretenimientos.
Más que la televisión.
Más que el messenger.

Me alegro de cultivar estos vicios y haber abandonado otros peores.
Y que haya gente que me haya ayudado a abandonarlos y que los hayan abandonado también.

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Hasta hoy quien pagó sus vicios caros
fui yo...
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