Premios 20Blogs

6.8.07

El Hombre Orquesta

Ayer en la comida, mientras veíamos como a Fernando Alonso le hacían la cama para que no ganara en Hungría mi hermano comentó que el sabado había visto en una céntrica calle un personaje que le llamó la atención.
El tipo en cuestión portaba una guitarra, una harmónica bien cerca de la boca sujeta con un hierro y en los pies unos platillos. Es decir, un hombre orquesta.
Le había llamado la atención porque en pocos minutos aquella persona había congregado a una buena multitud a su alrededor para que vieran cómo tocaba bien acompasado y coordinado cada uno de los instrumentos que se encontraban en su anatomía.
Mi hermano dijo que se quedó viéndolo un rato y que literalmente "se había forrado en un momentín". Se lo había currado y la gente respondío ante el esfuerzo y la actuación tuvo recompensa.
Mi santa, que estaba presente en la comida mejorando el ratio "hombres feos/mujeres guapas" que había en la mesa, dijo que no sabía muy bien como era eso de la guitarra y la harmónica sujeta.
Yo le dije que si nunca había visto a un señor llamado Bob Dylan tocar esos dos instrumentos juntos. Iba a ser que no, que nunca había visto al tío Bob tocando (o mejor dicho haciendo arte) la guitarra y la harmónica. Bob, que es muy discreto y por eso nunca comenta que sabe que Elvis está vivo en algún lugar, se hubiera ofendido por que una chica que dice gustarle la buena música ni le sonara que él toca esos dos instrumentos y juntos.

El caso es que era domingo y a partir de cierta hora de la tarde (las cinco suele ser...) conviene mantener la mente ocupada bien sea con el libro de Alejandro Jodorowsky "Psicomagia" el cual estoy a punto de devorar, bien sea con la visita a los blogs de los amigos salmónidos para intentar así aplacar el instinto asesino que suscita el que el conductor del autobus arranque el motor y que no te deje aunque sea otros cinco minutos más. Pero esto no es siempre posible, o al menos no en todo el tiempo que pasa desde la hora del rum-rum del bus hasta que el sueño llega e inevitablemente la mente se pone a pensar alguna vez.

Y me acordé del hombre orquesta. Y me sentí identificado con él en varios aspectos.
Tiene que ser estresante tocar cuantos instrumentos puedas con tu cuerpo y además hacerlo bien y al compás. Para mi también resulta estresante el acompasar muchas de las tareas que tengo cada día y hacer funcionar todo yo solo. Y más teniendo que cumplir plazos, realizar consultas y apagar fuegos varios que se dan en diversas situaciones.
Todo tiene que ir al compás y todo tiene que sonar bien. La guitarra, la harmónica, los platillos,... Aquí igual. Hay que cuadrar todo, llevar bien las cuentas, realizar las obligaciones a su tiempo y mantener un equilibrio de todas las tareas encomendadas.
Además, el hombre orquesta tiene que intentar progresar y hacerlo todo mejor y a su vez intentar llamar la atención de cuanta más gente mejor porque así echarán más monedas.
También a este lado de la orquesta hay que progresar y se encargan de repetirtelo casi diariamente, cuando saben que siempre digo que lo unico que progresa con el tiempo es la tecnología, que los hombres seguimos encavernados, como al principio de los tiempos.

El hombre orquesta actúa. Yo, que siempre he sido un hombre de pocas palabras aunque los demás podían fumarse lo que quisieran, casi me dedico más a hablar que actuar. Muchas veces me pierden las palabras y actúo poco. Y eso lo pagan a veces justos por pecadores, con el posterior arrepentimiento.

Habrá que seguir siendo hombre orquesta. Realizar todo lo posible por uno mismo. Intentar progresar... y sobre todo actuar más.

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Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me
I'm not sleepy and there is no place I'm going to.
Hey! Mr. Tambourine Man, play a song for me
In the jingle jangle morning I'll come followin' you
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