La Treintena

Sé que con este título y post-erior desarrollo del post (valga la rebuznancia) se me van a echar encima, espero no literalmente, algun@s amig@s salmones porque bien están a punto de llegar a esa fase de la vida o bien están ya inmersos en ella total y absolutamente.

Todo viene motivado tras una conversación con un amigo ayer mismo. Mientras nos contábamos las heridas de guerra que estamos padeciendo en estos primeros días de agosto y tras animarnos mutuamente, decirnos que "eso no es nada" y que estamos hechos unos machotes pasamos a la fase de depresión post-fin de semana recordando tiempos mejores donde no estábamos tan "cascados" (en el mejor sentido de la expresión) y hubieramos aguantado 3 días seguidos de fiesta sin al día siguiente estar hechos polvo. Esos tiempos han pasado a mejor vida y ya si sales un día hasta unas horas mas o menos intempestivas, el día siguiente lo damos por perdido porque hay que recuperar. Mente sana in corpore sano, ya saben.

Nos pusimos a comprobar cómo hay comentarios que te hacen pensar que algo está cambiando, que algo "chungo" está empezando a suceder.
Él me decía que la cosa ya se pone fea cuando al entrar en el ascensor te dicen aquello de "A qué piso va, SEÑOR?". Y claro, te quedas así mirando y diciendote para tus adentros : SEÑORRR!! ME HA LLAMADO SEÑORRR!!. Pero si el/ella debe llevar cobrando la pensión desde que Franco hacía guardias y yo aun voy con mi camiseta de "Demasiado sexo nubla la vista", echo un chaval!!!.
Yo le daba toda la razón, le decía que la prueba del ascensor es muy significativa pero que a mi me han pasado varias y con personas de distinto pelaje, e incluso algunas de mi misma edad (o mayores) y de sexo femenino.

Lo peor de todo es cuando pasas por un parque, jardin, o plazuela donde hay niños jugando a la pelota. Sin querer se les escapa y llega hasta tí. Tu, que llevas los denominados "zapatos de bailaor", traje y corbata, te entra el espíritu de Maradona y te rayas (ironía) e intentas darle algunos toquecitos al balón quedando en el más absoluto de los ridículos pues no consigues levantarla (la pelota. La pelota de jugar. El balón, vamos). Y ahi es cuando el niño te suelta aquello de "me pasa la pelota, SEÑOR?". En ese momento el rey Herodes te parece el salvador de las causas perdidas y darías lo que fuera para que siguiera vivo y en activo.
Pero no, lo que haces es pasarle la pelota e irte humillado a casa a afeitarte a ver si así por lo menos tienes más babyface y te permiten algun día unirte a la pachanga...

Y ya si es una mujer la que te suelta esas cosas de "usted" y "señor" y además aparentemente tiene una edad similar a la tuya, apaga y vamonos. Sabes que estás acabado por completo.
Hace poco en un bar, tomando un café con una compañera y sin embargo amiga, me pasó. Mi amiga se pidió su consumición habitual y cuando terminó, la camarera que aparentaba tener mi misma edad soltó un "Y usted que desea tomar, SEÑOR?". Yo pensé que conmigo no iba la cosa y me giré a ver quién era el SEÑOR al que le estaba diciendo eso, cuando me tenía que preguntar a mi. No habia nadie a mis espaldas asi que le pregunté que si era a mi a quién le decía.
Por lo menos sacó una sonrisa y dijo que sí y que perdonara pero que no me llamaba de usted y señor por la edad, sino por una muestra de respeto.
A mi, que las milongas me gustan para escucharlas con melodía y cantarlas, me sonó a cuento chino mandarín y le dije que no me volviera a decir "usted" que éramos muy jóvenes. Pero el daño ya estaba hecho.

Es jodido hacerse mayor. Uno pasa del "niño, deja ya de joder con la peloootaaaa" (Serrat dixit) al "cómo desea el señor el té de las 5, sólo o con leche?"

Mi amigo está a las puertas del abismo pues dentro de nada cumplirá mi misma edad. Aun así dice que, como soy un par de meses mayor que él, me llamará en mi 30 cumpleaños para ver qué se siente.

Yo no estoy nada preocupado. Tengo familiares, amigos y conocidos que estan rondando esa década, donde siempre he pensado que han de pasar las cosas importantes de tu vida, y la verdad es que no lo llevan nada mal.

Compañeros salmones que se acercan a la treintena o que están inmersos en ella. No se dejen intimidar, sufran lo menos posibles esos "usted", "señor" o "señora" y luchen contra la fuerza de la gravedad. Estamos en lo mejor de la vida!!

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Qué nos ocurre después de tanto tiempo?
Reflexionamos al vernos al espejo.
Qué es lo que pasa? Me estoy viniendo viejo.
No sé qué pensar si ya no sé que es lo que pienso.
Yo soy un hombre bueno,
lo que pasa es que me estoy viniendo viejo.
Trataré de hacer las cosas a su tiempo
o si no no le daré importancia al cuerpo...
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