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20.4.07

El Día De La Mantequilla

Los días 20 de los meses de Abril, Julio y Octubre y Enero (también el día 30 de este mes es para echarse a temblar) suelen ser unos días perjudiciales para mi salud mental e incluso física. Hay que presentar impuestos. Eso implica que ese día hay que hacer lo que haya quedado pendiente por hacer en días anteriores (en realidad, de lo que haya quedado pendiente por hacer en los 3 meses anteriores).
Desde que abrí el negocio (y futuro nuevo emporio de la consultoría empresarial) y ya va para 3 añitos que me va a hacer la criatura, esto ha sido así sistemáticamente. Pero esta vez, este día 20 de abril ha sido mucho más relajado.
Puede que mi salud mental ya haya estado tan maltratada anteriormente que haya desarrolladoo el antídoto para que no me siga afectando pero también puede ser que este trimestre he estado mucho más centrado en las labores "que me dan de comer" (es un decir, porque sigo viviendo a cuerpo de rey en casa de los progenitores) que en otras y por lo tanto el tiempo ha cundido mucho. Estos días que suelen ser tan jodidos no se han manifestado esta vez ; en realidad sólo el miércoles fue un poco raro y agobiante por otros temas satélites aunque vinculados a mi profesión pero esta vez todo ha ido relajado y a su tiempo.
Eso si, es en estos días es donde compruebas la Ley de Murphy, aquella que dice que la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla. Tanto mis clientes como mis allegados, amigos y demás familia saben que el día 20 se para el mundo y que dejo de existir. Bien, ese día es probablemente el que más llamadas recibo, mas encargos quedan pendientes, más consultas atiendo y más se me requiere para que solucione temas, haga favores o realice cosas "urgentisimas-para-ahora-mismo" (tm).
Por eso, hoy durante una hora de mi estreseante mañana del día 20 he estado atendiendo a varias personas en mi despacho con el posterior acojone de pensar que no me iba a dar tiempo a terminar todo lo pendiente y que después tendría que ir con el hígado en la mano hasta la Delegación de Hacienda (que yo no sé si somos todos porque siempre veo allí a los mismos) para presentar las cosas a tiempo y poder tomar un último aliento de aire (de las pocas cosas que puedes tomar sin que te cobren impuestos, por otra parte) para sobrevivir a las carreras.
Afortunadamente todo pasó, a pesar de los leves problemillas de oido de mis clientes y gracias a que ultimamente camino por el piso, he superado este día con nota y me voy a permitir el lujo de pasarme un fin de semana de (aparente) relax sin hacer demasiados esfuerzos por intentar levantar el país (ni tan siquiera el periódico).
La anécdota de lo que llevamos de día la ha protagonizado la directora de mi oficina de banco, cuando le he ido a llevar mis impuestos (a pringar como todo hijo de su madre). Dos de la tarde, me acerco a la sucursal ya cerrada, llamo, me abre la muchacha en cuestión y me suelta un : "Uy, Sergio, estaba pensando ahora mismo en tí". Y que un banquero piense en tí no suele ser bueno... Efectivamente, sólo me quería para que pagara los impuestos... y mejor así, que estos banqueros si les das la mano te devuelven cuatro dedos, asi que imagínense si te cogen otras cosas...

Disfruten del fin de semana, aunque seguramente tenga mono de escribir y no resista las ganas de teclear alguna parrafada más. Mi "Día de la mantequilla termina", comienza la noche. Promete, no les digo más...

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