Ayer tocó desplazarse a Valladolid por asuntos personales. En el coche viajábamos mi padre, mi madre, mi hermano, su novia y yo. Me tocó conducir a la ida. Realmente es un espectáculo ver cómo mi padre entra en tensión cada vez que cojo el volante pues no se fía de mi pericia conductora (ni de la mía ni de la de nadie) pero que trata de disimularla con gestos de aburrimiento.
Como a mi no me gusta que nadie vaya en tensión porque si no me tensiono yo, decidí a la vuelta ir tirado literalmente en el asiento de atrás y que mi progenitor se aburriera pero conduciendo por la autovía. Tensiones... las justas.
Pero no solo es motivo de discordia el conducir cuando alguna vez he tenido que ir con mi padre de viaje. Uno de los motivos más frecuentes de discrepancia es la música en el coche.
Los discos que mi padre lleva en el coche son de juzgado de guardia : El Barrio, Rafa Serna, Bambino,... O sea gente que no conoce ni su padre (pero sí el mío). Flamencorros en la mayoría y peor de los casos.
Cada vez que intento decirle que esa gente no se come un colín musicalmente hablando, me dice que "cómo se me ocurre decir eso", que "son artistas de talla mundial" y que además "escriben y dan canciones a otros muchos artistas". Yo no puedo evitar en sonreir y el comunicar que ya sé por que muchos artistas no llegan a nada... con ciertas influencias musicales no se puede.
Solo una vez he logrado salirme con la mía de poner música acorde a mis gustos en el coche de mi padre. Fue precisamente el día en que mi Julieta Venegas me venía a ver a Salamanca y yo puse el disco también de camino a Valladolid. No sólo mi padre no quitó el disco sino que se digno en decir "pues si canta bien esta chiquita, si". Hace 15 días que recuperé dicho disco pues le gustó tanto que se lo quedó.
Ayer fue distinto. Yendo mi hermano, si a mi padre se le ocurre poner alguna de sus flamencadas o intuimos que ha puesto a Bambino cantando hits de fama mundial como "Miedo, tengo miedo, miedo de perderte..." o "Esa maldita pared que separa tu vida y la mía..." mi hermano protesta con un "cambia la música, macho". Y le hace caso. Porque si no ya empieza con eso de que "cuando vayas tu solo, pon lo que quieras pero si va mas gente, pon algo que nos guste a todos". Mi hermano como reivindicador de derechos no tiene precio asi que si algún día me da por dedicarme a eso de reivindicar derechos más seriamente, como por ejemplo hacerme político... (disculpen, hago una pausa para reflexionar sobre mi cinismo al incluir en la misma frase palabras como "reivindicar derechos" y "político"), mi hermano sin duda formará parte de mi equipo para persuadir y convencer.
Lo del flamenco no me sorprende. Desde que tengo uso de razón y oido musical he escuchado a mi padre tocar la guitarra española. No sabe música, la toca de oidas, pero la toca bien. Por supuesto, temas flamencos faltaría más.
A mi hermano también le ha dado por la guitarra, española y eléctrica, e incluso ha hecho sus pinitos en algún grupo. La verdad es que da gusto escucharle interpretar algunos punteos y acordes, no lo hace nada mál.
Y mi santa también aporrea la guitarra. En alguna ocasión la he escuchado y me ha gustado (no digo esto con afan peloteril ni por no querer dormir en el sofá, es que de verdad la toca bien [la guitarra])
Yo nunca he tenido talento para los instrumentos ni para la música. A mi desde siempre me ha gustado tocar otras cosas que igualmente hacen emitir soniditos particulares...
De todas formas, si quiero escuchar buenas guitarras o me da por darme una sesión de flamenco bueno, desempolvo discos olvidados como hice ayer : ración de Camarón y serenidad con el "Paz" del Niño Josele, incluida la estupenda "Ranchada de los Paraguayos" interpretada por Don Andrés.
La guitarra... se las dejo a otros con mayor vocación...
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Tuve un problema de dificil solución en una epoca dificil de mi vida,
estaba entre la espada y la pared y aguantando la opinión de mi familia.
Yo no quería una vida normal, no me gustaban los horarios de oficina,
mi espiritu rebelde se reía del dinero, el lujo y el confort.
Y tuve una revelación, ya sé que quiero en esta vida
Voy a seguir mi vocación, será la música mi techo y mi comida.
Porque yo no quiero trabajar, no quiero ir a estudiar, no me quiero casar,
quiero tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de mi voz,
y en la cabeza tenía la voz de mi viejo que me sonaba como rulo de tambor:
vos mejor que te afeités, mejor que madurés, mejor que laburés.
Ya me cansé de que me tomes la cerveza, te voy a dar con la guitarra en la cabeza,
ya me cansé de ser tu fuente de dinero, voy a ponerte esa guitarra de sombrero...
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