Cambio De Estación

Otra parte del año que consumimos. Días y días que se nos van de las manos sin apenas enterarnos.
Los cambios de estaciones siempre me suelen afectar, algunos más que otros. Sobre todo me afecta el cambio a la privamera. Aunque este año menos puesto que mi alergia me ha respetado hasta límites insospechados, pues solamente durante un par de días tuve que sufrir el no respirar, estornudar como un loco y tener los ojos llorosos durante todo el día.

Ahora llega el otoño, una estación que detesto porque me afecta... a veces más que la primavera. Pasamos del buen tiempo, de las terracitas, del tomar el sol y de ver gente por la calle con gafas de sol y ropas tremendamente cortas y ajustadas a la lluvia, el viento, los días oscuros en los que miras por la ventana y piensas que mejor te quedas en tu cama calentito antes que salir ahí afuera, a las varias capas de ropa y a encontrarte todo más desierto.
Como si estuviera todo menos vivo.

Además, el final del verano y más concretamente estos días que hemos pasado de fiesta por Salamanca me han hecho pensar.
Ya sé que cuando digo "he estado pensando", ustedes tiemblan. Pero lo he estado haciendo.
Y también saben de mis ocasionales estados ciclotímicos y que soy una persona que tiende a querer correr antes de aprender a caminar.
Siempre ha sido así, siempre corriendo cuando había que dar pasos más cortos. En todos los ámbitos de la vida, además.

Por eso, aprovechando el cambio de estaciones y viendo que comienzo a levantar los pies para esprintar, conviene pararse un momento, ponerse serio con uno mismo y concluir que igual todavía no conviene convertirse en africano corredor y es mejor seguir siendo paseante.

No pasa nada. Todo bien. Solamente que la última estación se ha encargado de descentrar las cosas y desviarme un poco del camino que yo quería seguir. Por eso seguro que el cambio de estación será el momento adecuado para volver a centrar las cosas.
Espero que sea así.

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Voy a tomar unos apuntes, voy a tomar para olvidar,
voy a tomar unas medidas urgentes... URGENTES.
Voy a tomar para no llorar lágrimas de cocodrilo,
voy a tomarme mi tiempo para vivir TRANQUILO.
Voy a tomarme el olivo, voy a tomar que tengo sed,
voy a tomar agua bendita, voy a beber para creer.
Voy a tomarme hasta el pelo, mi pelo por favor,
con mucho hielo.
Voy a tomarme hasta los trenes que no van a venir.
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