Los Visitantes

Es obligado que lo haga pues estoy gratamente sorprendido.
El martes y después de dar rienda suelta a mi incontinencia verbal en forma de post sacramental, post que ha tenido más exito del esperado a juzgar por las opiniones de gente cercana que lo ha leido y (ohh) le ha gustado, me picó el gusanillo de saber cuántas personas me estarían visitando o cuánta gente le da por acercarse hasta este rincón salmónido. Dado que nadie (o casi nadie) deja comentarios nunca (o casi nunca), quise saber si estaba golpeando las teclas tan mal que mis escritos nadie los leía o muy poca gente, casi más por vínculos amistoso-erótico-afectivos, que por la calidad de mis redacciones. Ya sabemos que no todo el mundo que escribe es un escritor pero a falta de talento para convertirme algún día en él, este noble arte de juntar palabras me sirve de terapia para compartir con el mundo lo que me pasa, en qué momento me encuentro o contarles como pasa la vida a este lado del río.
Para ello agregué a mi página asalmonada un marcador de visitas y establecí un sistema de estadísticas que me permite saber las visitas que tengo acumuladas y desde qué parte son realizadas, amén de otras series de datos que no voy a detallar porque ni yo mismo los logro entender.
Y es la ostia, oigan, la-os-tia!. En el momento de escribir estas lineas se cumplen exáctamente las 100 visitas a mi pequeño rincón desde el martes que instalé el contador y las estadísticas. No pensé que en tan poco tiempo me pudiera vistar tanta gente y, además, de variados lugares.

Por eso va aquí mi agradecimiento a todos los amigos salmones y salmonas que se acercan un rato llevados por la corriente de mis relatos:

- A los amigos de Salamanca que me visitan. Son los que más cerca tengo y los que me suelen decir si les ha gustado o no lo que escribo. Y son los que más me apoyan en las buenas y en las malas. Para todos aquellos que me seguís o simplemente entrair para ver, gracias
- A las visitas desde Madrid. Algunas de esas visitas las tengo controladas porque sé que sois asiduos al salmón desde casi sus comienzos y os tengo siempre presentes. Al resto, también gracias por pasar por aquí y no dejeis de hacerlo. Prometo mejorar mis escritos.
- Sorprendentemente, gracias a los amigos que me siguen desde Valencia, tal y como indican esas estadísticas. Me gustaría mucho que alguna vez dejarais algún comentario para saber quiénes sois, si teneis blog o si os puedo seguir yo a vosotros también. Gracias por visitarme desde tan lejos pero igual os siento amigos salmones.

Y ahora les toca el turno a mis hermanos sudamericanos:

- A las sorprendentes visitas desde Chile, desde la ciudad de Valdivia. Me encanta que por ahí abajo y tan lejos se hayan acercado hasta aquí para curiosear o, quién sabe, seguir leyendo todo. Amigos chilenos, gracias por entrar y no dejen de hacerlo, me encanta ver la marca de su país en las estadísticas.
- Mis amigos colombianos desde Bogotá, lo mismo les digo. Gracias por acercarse y dejar la marca de su pais en mi devenir de los relatos. Sigan por aquí.
- Salmones limeños desde Perú que se han acercado a contemplar como a algunos españoles se nos "va la olla" con nuestros escritos y anécdotas. Si les ha gustado, sigan y si no, gracias por haber pasado.
- Y en ultimo lugar mis queridos argentinos, como no. Ojalá haya sido argentino en una vida anterior y si no ha sido así, quisiera serlo en la siguiente que me toca vivir. Gracias a todos aquellos que desde la gran Buenos Aires se acercan a salmonear.
Yo quiero ir allí a conocerles, a empaparme de todo aquello de lo que siempre le hablo a mis amigos y familiares, a argentinizarme un poco más y a cumplir algunos de mis sueños como es estar en ese país tan complicado pero con tanto aporte para mi, seguidor calamariano, fanático maradoniado, mateadicto y tangocantor. Gracias por pasarse, yo a ustedes siempre les tengo presentes.

Y no me enrollo. Gracias a todos los que visitan, gracias a los que siguen alguna vez mi dirección.
Sigan por aquí, prometo que no se arrepentirán.