Aires De Deseo

El 2 y el 8 color rojo estaban encendidos. Antes de que se derritieran dentro del chocolate con licor me apresuré a apagar el naranja de la llama antes que consumiera la pequeña mecha sobresaliente del adorno tartero.

Soplé.

- Has pedido un deseo?- Escuche al lado mientras sonreía aún alucinado con mi sorpresa cumpleañeril maquinada por mi Santa y sus compinches la tarde anterior.
- Si que lo he pedido. - Respondí sonriente. Nadie preguntó qué pedí porque da mala suerte contarlo y porque por mi mirada pienso que todos los presentes podían intuir por dónde van mis deseos.

Se imaginan que todo aquello que deseamos pudiera ser concedido al soplar una llama? Qué fácil sería, no? Yo en parte ya lo tengo concedido pero mi deseo va más allá y el transformar el naranja llameante en gris humo no será suficiente sino que habrá que luchar para conseguirlo y disfrutarlo.

Pero es un paso. Ese soplido, aire de deseo, visto y compartido, impulsa los primeros pasos hacia ese logro.

Lunes 18. 28 años y 1 día. Parece una condena pero, después de soplar, para mi significa el primer día del resto de mi vida.

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Acá estoy, como hoy, como siempre
para lo que usted guste mandar.
Una tos en el cuarto de al lado,
alguien despertándose al costado
me dicen que no estoy solo,
que estoy acompañado.
Ya me estoy haciendo una idea,
justo cuando pensaba en vos me despierto.
Estoy vivo y abro los ojos,
comprueblo que todo funciona...
Hay que vivir!
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