Premios 20Blogs

3.5.07

Aquellas Maravillosas Tardes

Suele pasar que de cuando en cuando sale una tarde gris, lluviosa, en la que dan ganas de no hacer nada, de tirarse a la bartola (vamos Bartola, que nos dejan...) ; de esas tardes plomizas en las que te apetece quedarte durmiendo o simplemente no hacer lo que se supone que debes de hacer.
Y suele pasar que esas tardes al final acaban siendo de las mejores, con risas, conversaciones intrascendentes y surrealistas y compartiendo cosas.
Eso es lo que debió pensar mi "costilla" ayer por la tarde, pues cuando me llamó para decirme "ola ola, que haces?" pues me contó que estaba decidida a ir a clase pero que en el camino se lo había pensado y que antes de quedarse dormida sobre la mesa en una insufrible clase en lengua extranjera había decidido ir a buscar a una amiga que también se aburría de lo lindo y marcharse por ahí.
Yo pensaba que se habían ido a hacer lo que el 99,99% de las mujeres hacen cuando se juntan, a excepción de ir al baño en pareja : ir de compras. Pero no. Cuando pregunté que qué hacían me dijeron que se les había apetecido tomar una cerveza y que iban a por un litro (envase anteriormente conocido como "litrona") y que se iban a casa a tomárselo, que cuando yo decidiera que ya había tenido bastante con mis cuentas, nominas y demás cosas alegres de las que consta mi trabajo, me quitara el disfraz de ejecutivo agresivo y fuera a tomar algo con ellas.
Así fue, pero cuando llegué y después de tener que escalar escalonadamente el Everest de 4 pisos en el que vive mi santa estaba sediento del líquido amarillo que se supone que estaban compartiendo.
Se lo habían bebido. No quedaba casi nada, solamente un poquito de bebida con la que saciar mi sed. Y al grupo se unió una compañera francesa con la que, claro, hubo que compartir la rubia (a la cerveza me refiero, que eso de los trios... ni en sueños).
Como ya eramos cuatro y la bebida escasa, decidí que sería mejor ir a comprar más zumo de cebada a un 24 horas cercano (lo de 24 horas es un decir, porque yo he visto como cerraban vilmente despues de 8 horas de trabajo como cualquier cristiano) y seguir con la reunión que prometía.
Una vez aprovisionados de bebida decidimos hacer la buena obra del día y enseñar a la compañera francesa algo de nuestra cultura hispánica. No sé si después de la tarde de ayer esa mujer habrá salido más puesta en el idioma de Cervantes, pero a buen seguro que cuando se junte con otros "guiris" chapurreadores de castellano como ella, será la triunfadora porque en tan poquísimo tiempo la pusimos al día de expresiones y dichos castellanos para obtener el exito como "esto es la ostia", "con dos cojones" o "de puta madre".
La chica disfrutaba de la clase y de otros elementos incendiarios que tuvo a bien compartir y pasamos a otro elemento fundamental para triunfar en cualquier reunión como son los chistes. Uno, que no tiene gracia para contarlos, se limitaba a aportar su granito de arena para que no dijeran que solo me dedicaba a beber y a comer boca-bits pero las que realmente la adoctrinaron sobre el arte de los chistes, porque la gracia se tiene o no se tiene y estas dos muchachas la tienen, fueron mi santa y su amiga. Yo disfruté de algunos chistes, irreproducibles en un espacio digno y decente como este y la compañera francesa va a volver a su ciudad siendo la Erasmus (erasmus pocos y parió la abuela...) que más tacos sabe y mejores chistes conoce de toda la Galia.
Como vimos que la reunión normal con unas cervezas de por medio estaba próximo a convertirse en un botellón casero con "embolingamiento" en el horizonte, decidimos que era hora de que cada su mochuelo se fuera a su olivo y dejar planes como el karaoke y el campeonato de levantamiento de codo para beber más cerveza para otra ocasión en la que el despertador no suene tan pronto o que directamente no suene.

Siempre lo pasamos bien, de cualquier situación pueden salir unas risas.
De algo hay que vivir, con algo hay que gozar!
Disfruten. La vida puede ser maravillosa!

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