Buscando A Marco

Se termina una semana llena de trabajo y de carreras de última hora para tener todo a punto. También de visitas a otras ciudades que depararon más momentos de trabajo pero también de ocio, como la comida argentina de ayer (Pau, siento aun no haber probado la milanesa pero el vacío al chimichurri pudo más).
Todo muy serio, todo muy estresante y con poco tiempo para las risas.
A veces echo de menos ser niño y que todo fuera mucho más relajado, sin tanta seriedad en nuestras decisiones y sobre todo seguir conservando esa bendita inocencia de los más chiquitos.

Niños y risas, todo unido. Les cuento. Hace escasamente 2 minutos he recibido la llamada de mi buena amiga Ana, lectora infatigable de este diario, comentadora y aconsejadora, con grado superior en simplificaciones, madre de una encantadora niña, de esas que te sacan la sonrisa y por un momento te devuelven la inocencia que ellos, los más pequeños, tienen.
La conversación ha sido la siguiente, la transcribo porque aún estoy sonriendo:

- Ana : Salmón (siempre me llama así...), tu vas a ir a Argentina algún año de estos verdad?
- Salmón : Pues si, espero que sea prontito.

- A : Vale. Pues dice mi hija que, cuando vayas, que busques por favor a la madre de Marco, a ver si tu la encuentras.
- S : jajajajajajajajajjajajaj (hasta el infinito y más allá...)

La pequeña y su madre resulta que habían estado cantando la canción de la popular serie de TV "Marco", que cuenta la historia de un niño italiano al cual se le marcha la madre y él la va buscando sin descanso por la Argentina.
Y claro, la madre, que conoce muy muy bien mi predilección por todo lo argentino y por el país en sí y sus costumbres, le dijo a la niña que yo ("tu jefe de barbas, mamá" como alguna vez me ha denominado la pequeña) iba a ir a Argentina pronto.
Y ésta, ni corta ni perezosa, me ha encomendado nada más y nada menos que encontrar a la mamá de Marco. Todo un reto.

Querida María, aunque te haya dado verguenza hablar conmigo y pedírmelo tu de primera mano y haya tenido que ser tu madre la que me haya llamado, te prometo que cuando vaya a la Argentina buscaré a la madre de Marco. A ver si entre todos los amigos y amigas que tengo por allí y yo podemos dar con ella.

Mientras tanto, vamos a cantar tu y yo también la canción, que a mi también me gusta. Vale?

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En un pueblo italiano, al pie de las montañas
vive nuestro amigo Marco en una humilde morada.
Se levanta muy temprano para ayudar
a su buena mamá.
Pero un día la tristeza llega hasta su corazón,
mamá tiene que partir cruzando el mar a otro país.
No te vayas mamá, no te alejes de mí,
adiós mamá pensaré mucho en ti.
No te olvides mamá que aquí tienes tu hogar,
no meimporta donde vayas,
te encontraré!
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