Y Todo Lo Demás Tambien...

Por todo.

Por tus ojos, tu mirada, tu sonrisa, tu pelo, tu ropa, tus zapatos. Toda tu, de arriba a abajo.
Tu paciencia, tu inteligencia, toda tu belleza, tu sabiduría, tu amistad, tu caríño, tu complicidad, tus enfados, tus alegrías, tus amigos y tus amigas, no querer crecer,hacerme crecer y creer.

Por los vaqueros, el queso, la ropa de sport, no llevar trabajo a casa, salir antes de trabajar, dormir mejor, el suelo y el cielo, 5 minutos más en la cama, veranos de terraza e inviernos al sol, las compras, los cafés, el pincho de los domigos, el rastro, los chiringuitos, las jarras de cerveza, los juegos y los conciertos, los viajes en tren, en coche y en barca, las fotos, los recuerdos de dos locos, las reuniones de amigos y los momentos de intimidad.

Por los bancos del río, las sonrisas y las lágrimas, tus salidas, mis ausencias y los regresos, tu tranquilidad y mis nervios, tu yin y mi yang, tus fases y mis tiempos, tu forma de ver la vida y mi forma de intentar verla en la misma dirección.

Porque ahora puedo lo que antes no podía.

Y quiero lo que antes no quería.

Por todo eso. Y por todo lo demás, también...

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Contigo aprendí que existen nuevas y mejores emociones,
contigo aprendí conocer un mundo nuevo de ilusiones,
aprendí que la semana tiene más de siete días,
a ser mayores mis contadas alegrías
y a ser dichoso yo contigo lo aprendí.
Contigo aprendí a ver la luz del otro lado de la luna,
contigo aprendí que tu presencia no la cambio por ninguna,
aprendí que puede un beso ser más dulce y más profundo,
que puedo irme mañana mismo de este mundo,
las cosas buenas ya contigo las viví.
Y contigo aprendí que yo nací el dia en que te conocí...
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Me Lo Imaginaba

Tu sabes, porque tan sólo con mirarme puedes saber muchas cosas, que cuando te digo que no me imaginaba estar contigo miento descaradamente.
Tan solo es una fachada, un poco de pose de durito para que no te vengas arriba y pienses que caí preso enseguida.
Pero tu sabes que es mentira, sabes que sí que me lo imaginaba.
Sabes que me imaginaba cómo sería mirarte, tan solo mirarte, sin articular ni un solo sonido. Me imaginaba cómo sería estar pendiente de tus ojos sin decir nada aunque tu seas de letras y yo hombre de pocas palabras.
También me imaginaba cómo sería tocarte y besarte. Lo imaginaba cada vez que te ibas y me preguntaría cómo sería, cómo reaccionarías. Era un tema importante lo del beso y saberlo hacer bien... tu ya sabes por qué.
Me imaginaba cómo sería compartir colchón y condición, cómo conseguiríamos ceder tu y ceder yo, cómo nos comportaríamos en las penas y en las risas, en las alegrías y en las peleas.
Me imaginaba todos los momentos que podríamos pasar, todo lo que se podría compartir, me imaginaba cómo aprenderíamos a decir "tienes razón" y "te quiero" y me imaginaba cómo tendríamos que empezar a aprender a vivir.

Me lo imaginaba todo. Aunque yo siempre diga que no. Tu ya sabes, porque sabes mucho, que no es así.

Y llegó el día que dejé de imaginar, porque en esta vida nunca se sabe lo que va a suceder.
Dejé de imaginar para empezar a vivirlo.
Y ahora sé que quiero seguir viviendolo todo lo que me quede por vivir.

Pero tu ya sabías todo esto. Aunque yo te dijera que no, tu ya lo sabías.

Se me olvidó que ya sabías que me lo imaginaba. A mi que nada se me olvida...

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El Salmón canta : "Y sólo se me ocurre amarte", de Alejandro Sanz
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La Batalla De Los Sexos

Ayer tuvimos una de esas reuniones que hacen época y que se prolongó hasta bien entrada la madrugada.
Nos juntamos dos parejas para conversar de nuestras cosas, ponernos al corriente de lo sucedido en estos días en los que no hemos podido coincidir y echar una partida al Brain Training, para estimular las escasas neuronas que aún siguen en pie.
Antes habiamos estado disfrutando de una maravillosa cena, variada y abundante en comida que no pudimos acabar por miedo a estallar o a que nuestras pisadas a lo Godzilla resonaran en toda la ciudad.
Así que fuimos a la reunión y consiguiente partida bien cenados y entonados para pasar un rato divertido después de la semana estresante y después de una grata conversación decidimos que era el momento de estrenar el juego.

Como la pareja que iba a ser rival llevaba media tarde de ventaja en el juego puesto que lo habian estado probando y que yo tenía serias dificultades en la prueba en la que hay que guiar a un tren por las vías correctamente (mi carrera en el Ministerio de Fomento está casi asegurada) decidimos mezclarnos, es decir, uno que sabe con otro que no y que así estuviera más compensado el asunto.
Nada mejor para compensar que hacer una batalla de sexos. Ellos por una parte, ellas por la otra. Fue apoteósico.
No había visto un pique igual en mucho tiempo. Ellas amenazaban con no abandonar la partida hasta horas intempestivas ; nosotros accedíamos siempre que después hubiera cierta recompensa.
En honor a la verdad hay que decir que ellas empezaron fuerte y se consiguieron poner con cierta ventaja hasta que nosotros, los hombres, entramos en calor y empezamos a adivinar qué animales se escondian tras la foto, cuántas canicas rojas y azules entraban en el cesto y, a pesar de que yo jugaba alguna vez, encarrilar trenes.

La victoria de los hombres fue clara y rotunda por un margen, según ellas "mínimo", de tres partidas de distancia. Todo ello teniendo en cuenta que tuvimos que remontar un resultado desfavorable de 4-0 a favor de las chicas, lo cual le da tintes épicos a la grandiosa victoria.

Fue una gran noche adictiva que esperamos repetir pronto puesto que ellas han jurado venganza y nosotros nos hemos reido ampliamente.
En el fondo y cuando los ánimos de la contienda se han enfriado, nos sentimos un poco mal por haberlas ganado.

Son tan monas...