La nochevieja pasó y el año 2008 ya está instalado de pleno a falta de pasar el festivo día de hoy y el día de Reyes (por qué no regalas?) que además cae en domingo.
No deja de ser la nochevieja una noche cualquiera. Hay muy pocas diferencias con una noche de sábado normal.
Vas con (casi) la misma gente, acudes a los mismos lugares y escuchas la misma música (dado que acudes a los mismos lugares, claro). Bebes exáctamente lo mismo porque si no es en "la noche de los champanes", esa bebida está fuera de lugar en cualquier otra noche, incluido el fin de año.
La diferencia es que hay mucha más suciedad en las calles, los borrachos de cada fin de semana se emborrachan antes y esos mismos borrachos van bien vestidos.
También aguantas un poco más por el qué dirán si te vas a tu hora habitual, es decir, casi a la hora que sales ya deberías estar regresando. Y en la vuelta a casa, la diferencia es que tienes que pasar una hora cagado de frío a que 30 personas delante de tí agarren un taxi para poder subirte al siguiente.
A mi me tocó ayer esperar esa hora. De 7 de la mañana a 8 de la misma pasando un horrible frio (-4 grados de temperatura) y con niebla. El momento dejó una anécdota curiosa, imagen de la lucided que acompaña a esta noche y a esas horas.
Me encontré en la cola del taxi a una conocida que 2 posiciones delante mía esperaba el turno del coche con la lucecita verde. Nos saludamos y entonces tuvo lugar la conversacion:
- Salmón : y que tal? También esperando el taxi? Llevas mucho?.
- Conocida : Todo bien. Si, llevo esperando un rato. Algo más que tu porque si no tú estarías en mi posición y yo en la tuya (sonrisa).
- Salmón : ahhhh... estoo... feliz 2008!!
A pesar del frío, de hacer casi lo de siempre y estar como siempre, fue un rato agradable y recibir al año nuevo con buena y glamourosa compañía.
De todo lo que pasó el día de nochevieja, tanto en las horas previas como el la fiesta siguiente, me quedan varias reflexiones:
1- Hacía 3 semanas que no bebía una gota de alcohol ni respiraba el humo cigarril. Definitivamente prefiero no hacerlo. Ni beber, ni humear. Va mejor para mi salud, para mi apetito, para mi peso y para mi condición física y mental.
Mente sana in corpore sano!
2- Cada vez me gusta menos salir por ahi a tomar copas. No soporto ni la mitad de los ambientes que me encuentro, ni la música, ni las bebidas. Tan solo se salva la compañía, siempre buena elección.
3- Odio las personas que te preguntan qué vas a hacer y te dicen que luego te llaman cuando positivamente saben que no lo van a hacer. Si dices algo, después no te arrugues. Y si lo dices por compromiso... no lo hagas. Las cosas se hacen con gusto o no se hacen. Es así. Ni suelo necesitar esas llamadas ni estoy atento a ver si llegan.
En fin, amigos salmones. Espero que hayan disfrutado de la nochevieja y hayan entrado con buenas aletas en 2008.
Yo creo que lo hice. Sigan por aquí y verán el desarrollo de este año bisiesto y con rima.
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Vieja, me quedo en casa tomando mate y bizcocho de grasa.
Pasa que ya no puedo, es este cuerpo que no aguanta el pedo.
Hoy te quiero contar que hoy no me decidí tampoco,
que no se si cambiar mi forma bohemia de ser y pensar...
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1 comentario:
El frío...qué lindo!!!
Nosotros recibimos el nuevo año con 38ºC. Como es tradición nos reunimos en familia a comer platos con muchas calorías,luego brindamos varias veces mientras comemos pan dulce, turrones, peladillas...y mientras desgustamos estos dulces nos preguntamos:-¿Por qué comemos como si estuvieramos en el hemisferio Norte?
Los que ya no estamos en edad de ir a sitios bailables (Boliches), nos quedamos "filosofando", en esta oportunidad en el balcón del departamento de mi hermana, hasta las 4 de la mañana.
Todos los años no mismo...lo único que cambia es el anfitrión.
Pero a mi, en particular, me encantan la época de fiestas...
¡Feliz 2.008!
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